Este plato se le ocurrió a mi cocinillas un día que invitamos a comer a su hermana a casa. Nos tocaba tarde de manualidades para preparar unos pompones y flores de papel de seda para un proyecto que ella tiene entre manos y decimos delegar a mi cocinillas el tema de la comida para centrarnos en lo realmente divertido jajaja ¡y menuda sorpresa más buena nos dio!
A nosotros nos recordaron a los kebabs hindúes, aunque no quedan tan secos por que la carne no está tan prensada y las especias son bastante suaves. Además, el sabor predominante es el pimentón, que lo diferencia del kebab hindú, pero os podéis imaginar lo ricos que están acompañados de unas patatas con pimientos y un rico vinito... Deliciosos es poco.
Aunque parezcan pequeños, con dos rollitos acompañados de las patatas tendréis más que de sobras por que son bastante densos y más o menos equivaldrían a una hamburguesa.
Os recomiendo que los probéis, con estas especias o cambiándolas por las que más os gusten. No tardaréis nada en prepararlos y tendréis una nueva receta para comer la carne picada y salir un poco de las típicas hamburguesas o albóndigas ;).
Ingredientes (para 4 personas)
750 gr. de carne picada de cerdo y ternera
1 huevo
2 cucharadas pequeñas de pimentón de la Vera dulce
1 cucharada pequeña de cominos
1 cucharada pequeña de hierbabuena
Pimienta negra molida al gusto
Sal y aceite de oliva
Un poco de harina
3 patatas grandes
1/2 pimiento grande
1 cebolla
2 ajos
Preparación
En un bol añade el huevo, la sal y todas especias y mézclalo un poco.
Añade la carne y vuelve a mezclar todo con la ayuda de un tenedor hasta que las especias queden bien repartidas por la carne.
Divide la carne en ocho partes y dale a cada una la forma de un rollito, prensando la carne con las manos.
Una vez tengan la forma, pásalos por harina.
Pon una sartén a fuego medio alto con un buen chorro de aceite. Fríe las ocho piezas poco a poco hasta que tengan un tono dorado, como si fueran albóndigas. Cuando las saques de la sartén colócalas sobre una servilleta de papel para que absorba el exceso de aceite.
Para preparar la guarnición solo tenemos que pelar las patatas, la cebolla y los ajos y lavar el pimiento rojo. Corta todo a tiras, más o menos finas, según te guste.
En una sartén a fuego medio vierte un buen chorro de aceite y cuando esté caliente añade los ajos, la cebolla y el pimiento rojo. Remueve de vez en cuando para que no se pegue. Cuando empiece a estar blando añade la patata, un poquito de sal y deja que se fría hasta que tengan un tono dorado y estén blandas. No te olvides de seguir removiendo de vez en cuando.
Cuando esté hecho, retíralo de la sartén y corrige el punto de sal.
Sírvelo junto con los rollitos de carne.