Las ensaladas nos reconcilian con la salud. No hay nada mejor, tras un día o varios de excesos culinarios, que zamparse una deliciosa ensalada detox, que nos limpie por dentro, ayuda a eliminar toxinas y calme nuestra conciencia glotona.
Además tienen la ventaja de que se preparan en un instante y sus preciosos colores nos animan e invitan a la degustación. Sólo hay que seguir un consejo: elegid siempre los mejores ingredientes que podáis. Si lleva tomates no pongáis unos insulsos y de #plástico. Si ponéis brotes verdes, que la lechuga esté fresca y firme y las hojas de los brotes duras.
Para tres personas:
1 lechuga batavia y otra lollo rosso (o romanas o como prefiráis)
250 g de langostinos cocidos
1 pomelo hermoso
pipas de girasol
sal en escamas
aceite de oliva virgen extra (AOVE)
Se lava las lechugas y se secan muy bien. Se cortan y se reservan.
Se pelan los langostinos. Se pela el pomelo y se separan los gajos. Si se desea se puede retirar la piel que los recubre.
Se ponen en un bol las hojas de lechuga, los langostinos troceados y los gajos cotados de pomelo. Se espolvorean las pipas de girasol y se sazona con sal y pimienta.
En el momento de servir se añade el aceite de oliva virgen y se degusta inmediatamente.
Yo lo acompañé con un tinto de verano...