Y en esos tres días hay un episodio con el que todo empieza, y que cada domingo repetimos en la Eucaristía, la Última Cena. Canal Cocina ha iniciado un programa en el que Miguel Angel Almodovar, junto a Paco Roncero y Ramón Freixa recrean el menú de esta cena y me ha picado.
La Biblia dan muchos datos históricos, que nos ayuda a situar a Cristo en un momento muy concreto de la historia, pero en cuanto a la Ultima Cena, no nos habla del menú, aunque tras leer los relatos de los Evangelistas, podemos conocer bastantes cosas. Estaban celebrando la Pascua judía y Cristo manda a algunos de sus discípulos por delante a prepararla. Sabemos, porque así lo dicen que es el primer días de los Azimos, días en los que los judíos solo toman pan sin levadura para celebrar la salida de Egipto. El pan y el vino sin duda estaban presentes y Jesús decidio quedarse presente en ellos para el resto de la humanidad.
La discusión historia la establecen sobre si fue una cena con menú "especial" de Pascua judía o una sencilla cena de cualquier noche de Galilea. Yo no soy ninguna autoridad, pero tanto Jesús como muchos de sus discípulos eran de tradición judía y muy respetuosos con ellas y creo que el hecho de que enviara por delante suya a varios discípulos para su preparación me hace pensar que fue una cena especial donde celebraron, como Dios manda la Pascua.
Y según cuentan, en esa cena se tomaba una ensalada con verduras amargas acompañadas de un rábano picante, un pescado de agua dulce, cordero y un postre con dátiles y frutos secos.
Bueno pues después de este breve recorrido historico, y seguramente no muy preciso, os voy a presentar en 2 o 3 entradas mi propuesta de reinterpretación de la última cena. No es tan espectacular como el de Canal Cocina, pero el mio se puede hacer en casa, por cualquier manazas como yo.
INGREDIENTES.
Escarola.
Rúcula
Endivias
Fresas.
3 c.s. de AOVE
1 y 1/2 c.s. de Vinagre balsámico de Módena.
1 c.p. de sal
1c.p. de azucar.
PREPARACIÓN.
Empezamos mezclando el aceite con el vinagre la sal y el azucar y reservamos.
Lavamos las verduras. Las endivias aprovechamos las hojas más grandes como base de nuestra ensalada, dejandolas enteras. Picamos en trozos pequeños la escarola y la ponemos dentro de las endivias, colocamos varias hojas de rúcula por encima y terminamos con trocitos de fresa.
Aliñamos todo con la vinagreta que hemos elaborado y listo.
La ensalada esta llena de simbolismos. La endivia simula la barca del pescador, el amargor de las verduras nos recuerda el amargor de la traición de Judas, y el rojo de las fresas nos evoca la sangre en que unas horas la cuz derramara, pero el dulzor final de la vinagreta es el triunfo del amor de entregar la vida por los hombres.
Espero que la disfrutéis.
"¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?". San Mateo 26