Y voilà, me he encontrado con un táper de verdinas que cocí y congelé este invierno después de mi viaje por Asturias......de categoría!!!
Enseguida he pensado en hacer con ellas una ensalada fresca y sencilla, sin complicarme la vida, pero, ¿que le pongo? He vuelto a la nevera a ver que tenía para poder añadir a la ensalada.....y con lo que tenía la he hecho, y ha sido todo un éxito....está riquísima!!!
Eso si, es muy importante que utilices un buen aceite de oliva virgen, de la zona de España que quieras....pero que sea virgen extra, es éxito asegurado en una ensalada.
Ingredientes:
Verdinas cocidas, (pueden ser congeladas o en conserva).
Salmón ahumado.
1 cebolla tierna.
Palitos de cangrejo, surimi.
3 o 4 guindillas o piparras.
Un buen aceite de oliva virgen extra.
Sal en escamas.
No os pongo cantidades porque eso va a vuestro gusto.
Modo de hacerlo: Si tienes las verdinas secas tienes que ponerlas en remojo el día anterior y ponerlas a cocer el día siguiente como te indico en la receta de "Verdinas con almejas y gambas"
Si las tienes congeladas como es mi caso, deja que se descongelen a temperatura ambiente.
Cuando estén frías si las has cocido, o descongeladas como es mi caso, ponlas en una fuente y echa sobre ellas una pizca de escamas de sal.
Corta en juliana la cebolleta, y en tiras anchas el salmón ahumado.
Corta en trocitos los palitos de cangrejo y las piparras.
Añade todos los ingredientes por encima de las verdinas y echa un buen chorro de aceite de oliva. Deja que repose un ratito para que se impregnen todos los ingredientes de los diferentes sabores y del aceite de oliva.
Esta es mi penúltima receta de este verano, la semana que viene cerraré la cocina virtual hasta septiembre, y creo que lo haré con una dulce....ya veremos!!
Espero que te guste.