Y feliz viernes para todos también, tanto si celebrais esta fiesta como si no.A mí me toca año sí año también, porque trabajar con niños hace que vivas las fiestas como si fueran únicas y nuevas todos los años :)
Así que he estado toda la semana haciendo fantasmitas con chupachups, murciélagos con rollos de papel higiénico, recortando máscaras, maquillando caritas y muchas otras cosas más con motivo de esta fiesta para que disfruten los más peques.
He llegado a casa y sólo tenía ganas de ponerme el pijama y tumbarme en el sofá. Mi catador se va de cena con sus compañeros de trabajo, así que me quedo con la casa toda para mí :)
No me ha dado tiempo a cocinar nada dedicado a este día, así que os compenso con algo dulce, que no falta nunca en mi casa ;)
Aunque ahora que lo pienso, algo sí tiene que ver esta estrella de hojaldre con Halloween, porque desgraciadamente "pasó a mejor vida" ayer, ya no está entre nosotros :(
Y es que estaba tan bueeeeeeenaaaaa que no podía evitar comerme una puntita de la estrella sin coger otra después, así que imaginaros lo que ha durado en la cocina.
Así que en memoria de mi estrella de hojaldre y nocilla, esté donde esté (creo que en mis cartucheras), le dedico este post.
Siempre será recordada por ser deliciosa e irresistible :)
P.D. Quiero dar las gracias a todos los seguidores que me han dado ánimos y consejos para afrontar la afonía que sufrí hace unos días. Deciros que ya estoy mucho mejor ;)
Receta original y fotos del paso a paso: Tarta de hojaldre y crema de cacao
2 planchas de hojaldre redondas
1/2 bote de nocilla de 400 gr.
1 huevo batido
Harina
Elaboración:
Dejamos enfriar las planchas de hojaldre para poder manejar. Precalentamos el horno a 180º. En mi caso eran cuadradas. Si os pasa esto, espolvoreais la zona donde vayais a extender la masa con un poco de harina, y estirais con el rodillo. Cuando la hayais alargado, cogeis un plato grande y lo colocais encima para dibujar la forma circular en la masa. Con un cuchillo, cortais la masa haciendo la forma del plato y retirais lo que sobra. No lo tireis que siempre se puede aprovechar para otras preparaciones.
Para que la crema de cacao sea más fácil de untar, yo metí unos segundos el tarrito de cristal en el micro. Una vez esté más líquida de lo normal, la untamos por toda la superficie de la masa dejando un margen al lado del borde para que no se salga.
Con la segunda plancha de hojaldre haremos exactamente lo mismo que con la primera para conseguir que sea redonda. Una vez la tengamos, la colocamos cubriendo la primera y con los dedos vamos cerrando los bordes. Pasamos suavemente el rodillo por encima para que la crema se asiente bien.
Colocamos un vaso boca abajo en el centro del hojaldre marcando suavemente un pequeño círculo que nos servirá de referencia más tarde. Pincelamos con huevo batido. A mí se me olvidó hacerlo pero no os preocupeis, se puede hacer también más tarde.
Con un cuchillo bien afilado, dividimos la tarta en cuatro partes siempre haciendo el corte desde el círculo pequeño hasta el borde, nunca desde el centro.
Volvemos a dividir cada parte en cuatro, de modo que en total nos salgan dieciséis trocitos. Una vez los tengamos, vamos girando cada trocito, uno hacia la izquiera y el siguiente a la derecha, de modo que las partes queden "mirándose".
Una vez lo tengamos todo, volvemos a pintar con huevo batido y horneamos en el horno unos 30 minutos hasta que esté doradito. Sacad y dejad enfriar si os resistis, aunque calentita también está buenisima.