Es en invierno cuando me gusta preparar dos veces al mes aproximadamente fabada en “Mi cocina”, suelo comprar fabes de La Granja (En el supermercado de El Corte Inglés), al igual que el compango siempre de la misma marca, asturiano. Pero curiosamente nunca las había hecho con almejas (fabes con amasueles, en asturiano).
La faba de la granja es una alubia que se produce exclusivamente en Asturias, llamada tambien “del cura” o “de manteca”, ésta variedad de tamaño relativamente grande, de forma arriñonada, muy suaves de piel y mantecosas al paladar tiene denominación de origen y provienen de antepasadas crecidas en las altiplanicies andinas, cultivadas igualmente por los aztecas y los mayas.
Las alubias, consideradas antiguamente “carne de pobres” por su riqueza en proteinas y capacidad “saciante”, junto con las almejas es un plato realmente exquisito.
La calidad de las fabes, me salieron enteras, no se despellejaron, sabrosas y mantecosas; prevalecía su sabor en el caldo, delicado pero denso, y las almejas del Cantábrico dieron al plato un aire marinero y sabor a marisco.
¡¡ Para cantar Asturias patria querida !!
¿Como las hago?
Es un plato, junto con la fabada, que siempre hago en dos tiempos de preparación, inclusive la cocción de las alubias; ya que se tarda en cocer las fabes, generalmente unas tres horas (depende de varios factores, el fuego, si son nuevas o viejas, si el agua es dura, etc.).
La primera parte de la preparación es durante la noche anterior:
Poner en una cacerola agua y las fabes, junto con un tomate maduro partido por la mitad, un pimiento verde despepitado y partido por el centro, media cebolla y una cabeza de ajo asada al fuego, llevar a ebullición, cuando comienzan a cocer quitar la espuma que van soltando con una espumadera (espumerear).
Añadir un cucharón de aceite de oliva virgen y sal al gusto.
Al cabo de una hora de estar cociendo, siempre a fuego lento, se le echa un vaso de agua fria, para frenar el hervor, se “asusta” o se “espanta” las fabes y se evita que se despellejen.
Sacar el pimiento, el tomate y la cebolla, pasándolos por la minipimer, colar para que no caigan las pepitas de los tomates e incorporar nuevamente a la olla.
Añadir azafrán o en su defecto colorante alimentario.
Ya que las preparo en vitrocerámica, apago el fuego y las dejo toda la noche al calor del mismo.
La segunda fase, el día que se consume:
Si las fabes han espesado, agregar nuevamente agua (poco a poco a fin de que no tengan mucha agua ya que se pueden despellejar) y seguir cociendo a fuego lento, con la olla a medio tapar hasta que las fabes estén hechas.
Añadir las almejas, unos minutos de cocción (se abren en cuestión de un minuto) y dejar reposar fuera del fuego.
Probar de sal y rectificar si fuese necesario.
!A comer!