Es curioso pero en mi familia es un plato que hacemos habitualmente en verano, y no en otras estaciones, y siempre como acompañamiento, de un filete de pierna de ternasco -que es la receta inicial de mi abuela- pero también sirve con pollo, pescado, tortilla o sobre una tostada de pan.
En cualquier caso fría o caliente, la fritada me parece ummmm exquisita!
Así que ve por el delantal, necesitamos:
Rallamos el calabacín, la cebolla y el pimiento. Lo mismo que los tomates para quitarles la piel.
Yo uso el rallador -porque es al estilo de mi abuela jaja- pero con cualquier picadora, lo tenéis en un plis plas con la textura que más os guste.
Y a la sartén, con sal al gusto y una cucharadita de postre de azúcar a fuego lento hasta que se haga la salsa.
Y tú, ¿cómo haces la fritada?
:)