¡Ayer encontré judías verdes planas (bajocas, batxoqueta)! ¡En Dinamarca! Y ya solo eso se merecía un plato especial, pero además, este es el primer plato que preparo en mi nueva cocina, así que quise aprovechar para darle a mi vikingo una experiencia ibérica auténtica.
Saqué los piñones de mi pueblo, mi tomate frito favorito y hasta encontré pan chapata, que por aquí es lo más parecido a las barras de pan españolas. Esta receta es de las de mojar y no dejar ni rastro de salsa. Las fotos, sin embargo, las tuve que hacer con el móvil, porque mi cámara sigue en alguna caja de mudanza. Pero bueno, menos da una piedra.
Esta receta también se suele hacer con tacos de jamón, pero en esta versión vegetariana no echamos nada de menos. El queso y los piñones completaron la experiencia. Nunca he visto al vikingo engullir judías como con este plato. Para dos personas:
250 g de judías verdes planas
350-400 g de tomate frito (tu favorito; receta propia o comprado, lo importante es que sea un sabor que te haga relamerte. Para mí es el tomate frito estilo casero con aceite de oliva de Hacendado)
1 cebolla mediana
2 dientes de ajo
1 puñadito de piñones
1 chorrito de vino blanco
Sal
Aceite de oliva
1 huevo por persona
Pan tipo rústico
Queso Manchego
La preparación:
1. Cortamos los extremos de las judías y las troceamos (en 3-4 trozos). Las pasamos por agua y dejamos que se escurran.
2. Cortamos la cebolla en trocitos también, del tamaño de una uña, y la ponemos a pochar en aceite caliente a fuego medio-alto en una sartén. El ajo lo prensamos sobre la cebolla, añadimos una pizca de sal y mezclamos.
3. Cuando la cebolla se ha vuelto un poco transparente, añadimos los trozos de judía y los piñones y mezclamos bien. Echamos entonces el chorrito de vino blanco y dejamos que se evapore el alcohol.
4. Entonces añadimos el tomate y un poquito de agua si nos parece muy espeso. Mezclamos bien y dejamos cocer a fuego lento durante unos 45 minutos. Hay que probar la salsa y añadir un poquito de azúcar si la notamos ácida por el tomate.
5. A última hora antes de servir, hacemos los huevos fritos. Yo apenas uso aceite; mancho la sartén con un espray de cocina para que no se peguen y listo. A mí me gusta añadirle un toquecito de sal y pimentón dulce al huevo sobre la yema.
6. ¡Y ya está! Servimos las judías en un recipiente (de barro, a poder ser), el huevo encima, y acompañamos con pan. También recomiendo sacar queso a la mesa, nuestro caso, Manchego.
¡Buen provecho!
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Bergua*