INGREDIENTES (4 personas)
300 grs de láminas de lasaña
400 grs de setas
400 grs de calabaza
1 cebolleta
2 dientes de ajo
Vino blanco
Orégano y perejil
Mantequilla
Queso Parmesano y Mozzarella
Sal, pimienta negra y Aceite de Oliva
Para la bechamel de remolacha
1 remolacha pequeña cocida
1/2 litro de leche entera
3 cucharadas de mantequilla
2 cucharadas de harina
Sal y nuez moscada
Paciencia y cariño
Tiempo: 30 minutos
Película: "La pantera rosa"
Con esta receta participo en el reto de Septiembre 2014 de Cocineros del Mundo en Google + en el apartado de Salado. La bechamel
Como es lo que más tarda y donde más paciencia vamos a tener que invertir, lo hacemos lo primero para ir quitándonos cosas de en medio. En una cazuela o sartén echamos la mantequilla y esperamos a que se derrita, incorporamos la harina y removemos bien para que se mezcle y no sepa a crudo (un roux) Mejor si es a fuego medio-bajo.
Calentamos al fuego o en el microondas la leche y la vamos a ir añadiendo a poco a poco sin dejar de remover en ningún momento. Dejamos que se vaya absorbiendo y vaya cogiendo espesura.
Cuando nos quede más o menos la mitad de la leche, añadimos en el líquido que nos queda por echar la remolacha troceada y cocida. Trituramos con la batidora. Bonito color, ¿eh?Incorporamos nuestra "leche de remolacha" a la cazuela y seguimos removiendo y removiendo y removiendo...
El relleno
En una cazuela echamos la cebolleta picada y el ajo picado con un poco de aceite. Lo vamos a ir pochando lentamente unos 10-15 minutos, hasta que la cebolleta quede transparente.
Cortamos en daditos la pulpa de la calabaza y troceamos las setas (bien limpias y secas) y los sofreímos todo unos minutos. Añadimos el orégano y el perejil seco, medio vaso de vino blanco y medio vaso de agua. Tapamos y dejamos cocinar alrededor de 20 minutos a fuego suave, lentamente, sin prisa...
Pasado el tiempo el líquido se habrá consumido. Si todavía queda algo podéis colarlo para que el relleno no sea muy caldoso, no nos interesa. Rallamos un poco de queso parmesano y removemos, esto le dará un toque a la calabaza y las setas fantástico.
La lasaña
Cocemos las láminas de lasaña según nos indique sabiamente el fabricante. En mi caso fueron unos 10 minutos sumergidas en agua caliente. Luego las saqué a un paño para que se secasen.
Vamos al montaje. Precalentamos el horno a unos 200º.
En una bandeja de horno ponemos una base de nuestra bechamel de remolacha. Lámina de lasaña. Luego relleno. Lámina. Relleno. Lámina. Relleno. Hasta donde queráis subir. Terminamos la coronación con una buena capa de bechamel y espolvoreamos queso mozzarella rallado, o para gratinar, o el que más os plazca. Vosotros sois los amos...
Horneamos unos 5 minutos y ponemos el grill para que coja un bonito color dorado y crujientito. (Yo me pasé un poco de tiempo, pero el resultado siguió siendo espectacular)
Listo para devorar. Un plato distinto, vistoso, peculiar, clásico y sobre todo, que os fascinará. ¡Que aproveche, hitchcookianos míos!
THE PINK PANTHER
("La pantera rosa" de Blake Edwards - 1963)
Se veía venir. Inevitable. Había que rendirse ante el colorido que nos ha provocado la remolacha para adentrarse en el universo de la pantera rosa. La comparación cinematográfica parecía obvia, aún así, intentaré cavar más hondo y extraer similitudes más allá del aspecto visual, que es innegable. El plato es pura fantasía, así que toca viaje a la comedia, toca viaje al epicentro de una saga inmortal, toca viaje a "La pantera rosa"...
Por aquella época, Blake Edwards (director, guionista...) ya era una eminencia en el celuloide. Su gran talento narrativo nos había entregado ya joyas imperecederas como "Desayuno con diamantes", "Chantaje contra una mujer" o "Días de vino y rosas". La comedia en su cine todavía estaba por explotar. Y fue en el año 63 cuando nacía "La pantera rosa". Un punto de inflexión para él y para el memorable Peter Sellers, cuya amistad y odio, admiración y repudio, fueron la conexión perfecta para la multitud de secuelas del famosísimo y torpísimo Inspector Clouseau.
Sin embargo, esta primera película no se basa en ese inepto policía de la Sûreté francesa, aunque fue su nacimiento. Es más una obra coral que narra la historia de una joya ("La pantera rosa") posesión de una princesa (Claudia Cardinale) y que es el anhelo del británico y elegante ladrón David Niven. Cuando desaparece surge en escena ese Inspector Clouseau para resolver el misterio. O para complicarlo, mejor dicho. Pues su enorme incapacidad y su hilarante comedia sólo sirven para enredar más una comedia de enredos, mentiras, sospechas... Surge así el "poli tonto" tantísimas veces imitado desde entonces... con menos éxito, claro.
Nuestra receta goza (no podemos negarlo) de una similitud visual con esa joya (o ese famoso personaje de dibujos animados, tan celebrado en las cabeceras de las películas). El rosa es nuestra seña de identidad del plato, la bechamel coloreada de remolacha se encarga de conectarnos directamente con el leit-motiv de la obra: la piedra preciosa robada.
Más allá podemos encontrar que el milimétrico guión de Edwards queda aquí simbolizado por esa perfecta estructura de capas de la lasaña. Hablamos de una película coral (varios personajes o láminas) que se amontonan en sintonía en ese lujoso hotel de montaña o en esa bandeja de horno. Nuestra particular "pantera rosa-bechamel" les cubre y les aúna en un denominador común. La joya es lo que mueve a cada personaje: el ladrón, el poli, la dueña... y motiva todos y cada unos de sus actos. Nosotros no podemos dar un bocado sin sentir la bechamel. Es decir, condiciona nuestro movimiento.
El relleno de calabaza y setas surge como ese interés interno de cada personaje. Todos tienen una imagen que luego resulta ser la opuesta en la realidad. El caballero inglés oculta ser un ladrón de guante blanco, el inspector serio e implicado resulta ser un patán desastroso, la bella princesa usará sus artes amatorias para obtener beneficio propio... Todo un juego de falsas apariencias, tan elegante y sutil, tan cómico e hilarante, que resulta imposible negarse a la carcajada.
Edwards y Selleres componen un tandem magistral que años venideros explotaron hasta la saciedad. El Inspector Clouseau es un personaje desternillante, cuya clave de éxito reside en ser serio y formal, para luego contrastar con sus gags físicos. Nuestra "pantera rosa" es un festival cómico, divertido, sorprendente a la vista, que oculta en su interior un abanico de sorpresas. Vaya joya...