1 cebolla
300g de champiñones
½ taza de queso rallado de oveja
Queso parmesano rallado (para gratinar)
1 cucharada de manteca
Para la bechamel:
1 l de leche
60 gramos de manteca
60 gramos de harina de trigo
Nuez Moscada
Sal
Cocer unos 8 minutos las láminas de lasaña en agua abundante con sal. Se recomienda cocer en tandas de 8 a 10 láminas, para evitar que se doblen, se rompan o se peguen. Una ver cocidas, extender sobre un paño limpio de cocina y secarlas bien.
En una sartén sofreír la cebolla picada y los champiñones cortados en rodajas muy finas
En otra sartén preparar la bechamel con el queso, para ello tamizar la harina pasándola por un colador o tamiz, para no dejar grumos.
Calentar la leche en una cacerola y en otro derretir la manteca para luego añadir la harina dejándola cocer (pero sin llegar a dorarla ni quemarla) y remover bien.
Cuando la leche esté hirviendo, verterla sobre esta mezcla y apartar del fuego, mezclar con el queso rallado y mover durante cinco minutos hasta que desaparezcan los grumos. Agregar nuez moscada y sal al gusto.
Finalmente agregamos los champiñones a la bechamel y removemos para que se mezclen.
Untar el fondo de la bandeja del horno con la manteca y colocar una capa de lasaña, y echamos otra capa de bechamel con los champiñones. Repetir el proceso una vez más, para hacer una lasaña de dos pisos. Espolvorear queso rallado y con un pellizco de nuez moscada y hornear hasta que esté dorado por encima.