Lasaña de verduras es lo que haces cuando quieres comer algo contundente pero con lo que no te sientas excesivamente culpable por las calorías pero que sea reconfortante y delicioso ¡de verdad que no echaréis de menos la carne en esta receta!
Esta lasaña de verduras la he preparado con una capa de espinacas y otra capa de champiñones Es una receta estupenda para acabar con los restos de verduras del frigorífico porque se puede preparar con casi cualquier verdura. Otra buena noticia es que la podéis preparar sin bechamel si en su lugar utilizáis queso ricotta (o requesón, que son casi intercambiables) o el llamado “queso cottage”. En esta ocasión yo he utilizado bechamel.Cuando prepareis esta lasaña de verduras con espinacas frescas, es mejor que cocinéis las espinacas primero para que la lasaña no quede demasiado aguada. Si usais espinacas congeladas, simplemente las descongelais y las escurrís completamente antes de usarlas.
Lasaña de verduras
Dificultad: fácil
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Ingredientes
250 gramos de champiñones en rodajas
200 gramos de espinacas (bolsa de espinacas cortadas y lavadas)
1 diente de ajo machacado (opcional)
4 cucharadas de parmesano rallado
mezcla de quesos rallados para gratinar (emmental, cheddar, gouda, un queso curado…)
1 caja láminas de lasaña
Aceite, sal y pimienta
Para la bechamel:
1 litro de leche (entera y caliente, no hirviendo)
70 gramos de harina de trigo
70 gramos de mantequilla
10 gramos de sal
Preparación
Calentad el horno a 200ºC , calor arriba y abajo.
En una sartén, con una cucharada de aceite de oliva, freid el ajo durante un minuto y añadid los champiñones y el tomillo. Fuego medio bajo. Removed durante unos 3 minutos y los reservais.
En la misma sartén con una cucharada de aceite de oliva cocinad las espinacas. Fuego medio bajo. Removed hasta que veais que ya están. Añadid el parmesano rallado y mezclais bien. Retirad del fuego.
Seguid las instrucciones del paquete de las láminas de lasaña. Yo he utilizado precocidas, así que he puesto las láminas de lasaña a remojo sumergiéndolas en un recipiente con agua durante 10 minutos. Eso sí, procurad que las placas de lasaña estén bien secas porque de lo contrarío os quedaría una lasaña “aguada”.
Preparad la bechamel.
Untad el fondo de un molde mediano con un poco de mantequilla o aceite y lo cubrís con una capa de láminas de lasaña. Sobre estas láminas, poneis los champiñones. Otra capa de láminas de lasaña y echais las espinacas. Encima de las espinadas colocad una última capa de láminas de lasaña y la bechamel por encima y la cubrís con el queso para gratinar. Sed generosos ¡queda riquísimo!
Lo ponéis al horno unos 45 o 50 minutos. Cuando las láminas estén bien cocidas, notaréis que la salsa hierve alrededor de los bordes del molde. Insertad un palillo en la lasaña y si entra fácilmente, sin mucha resistencia, los la lasaña estará lista. ¡No dejeis que se pase de punto de cocción!
Web: Commememucho
Podéis preparar y hornear la lasaña con antelación pero no la guardéis nunca más de tres días en el frigorífico. Si necesitais conservarla por más tiempo es mejor que la congeléis y luego la calentéis al horno. Si la preparáis el día antes en el que la vais a consumir, dejadla preparada en el frigorífico y horneadla antes de servir.
Hay quien dice que la lasaña está mejor recalentada, cuando los ingredientes han tenido tiempo de asentarse y el sabor es más potente.
Si quereis que vuestra lasaña no quede seca y crujiente podéis taparla con un poco de papel de aluminio cuando la horneais, al menos una parte del tiempo. Digamos los últimos 20 minutos. Pero a mucha gente le gusta la capa superior muy crujiente.
El secreto para cortar una lasaña sin que se deshaga es dejarla ‘reposar’ durante unos 10 minutos una vez sacada del horno, antes de cortarla y servirla. Esto permitirá que la lasaña se “fije” un poco y facilitará la tarea