Como os contaba, en nuestra casa no eramos mucho de comer ni de preparar lasaña. No puedo deciros un motivo, ya que ni yo lo se, pero son esas cosas que se tienen por costumbre, y la nuestra era la de preparar casi siempre canelones en lugar de lasaña.
Pero un día, sin saber por que, nos lanzamos a buscar una receta de lasaña que nos gustara. Solo encontramos platos de lasaña boloñesa, con carnes y demás. Pero una de ellas nos llamó la atención, y fue una lasaña, que ademas de carne, llevaba una especia de menestra, lo que nos dio la idea de preparar una lasaña que solo llevara vegetales, por lo que convertiría el plato en, ademas de sabroso, un plato sano por el uso de verduras.
Nos decantamos por hacerla así. La preparación no fue nada complicada, ya que era un sofrito con verduras, pero lo que mas nos llamaba la atención (y lo que mas nos preocupaba que nos saliera bien) era el montaje final. Sinceramente, no se por que estábamos preocupados por este paso, ya que es bastante mas sencillo y fácil que los canelones: estos son mas "difíciles" al tener que hacerlos uno a uno. Sin embargo, la lasaña es bastante mas fácil y su montaje es simplemente ir formando capas: una capa de pasta, otra de relleno, otra de pasta... y así hasta completar los ingredientes que tengamos.
Quedamos encantados y deseando seguir probando mas y mas tipos de lasañas diferentes, aunque creo que será difícil llegar al nivel de sabor de esta que tenéis ante vosotros. Es posible que muchos de vosotros prefiráis con rellenos de carne o con otros mas tradicionales, pero os animo a que probéis esta receta, aunque solo sea para variar y tener otras opciones.
Ya, sin entretenernos mas, vamos a dar paso a la receta en si, para que todos la preparéis y disfrutéis en vuestras casas. A por los delantales y a la cocina!
Ingredientes (6 personas):
1 berenjena
1 calabacin
3 zanahorias
2 pimientos verdes
1/2 cebolla
Queso rallado
1 brick pequeño de tomate frito
15 cucharadas de tomate natural triturado
18 placas de lasaña
Salsa bechamel (ver receta)
Albahaca
Hierbabuena
Sal
Azúcar
Aceite
Preparación:
Comenzaremos preparando las verduras. Las lavamos bien y las partimos en trozos pequeños, tanto el calabacin, las zanahorias (después de pelarlas), los pimientos y la media cebolla. La berenjena, la lavamos y cortamos en rodajas, dejándolas en un colador con un poco de sal para quitarles un poco el amargor. Tras unos minutos así, las lavamos de nuevo y las cortaremos también en trozos pequeños.
En una olla con aceite y a fuego medio-bajo, pocharemos la cebolla. Cuando comience a estar dorada, echaremos la zanahoria y removeremos unos minutos.
Cuando veamos que comienza a estar cocinada, vertemos los pimientos y realizamos el mismo proceso.
El calabacin y la berenjena la echaremos a la olla cuando las demás verduras estén listas, y removeremos. Salamos ligeramente y continuamos cocinándolo unos minutos, hasta que las verduras veamos que están tiernas y bien cocinadas.
Vertemos las cucharadas de tomate y probaremos para rectificar de sal y azúcar (en caso de que este algo ácido). Espolvoreamos con las hiervas al gusto, removemos y dejamos cocinando a fuego bajo unos minutos.
Cuando lo apartemos del fuego, echaremos queso rallado al gusto y movemos con la paleta para que el queso se funda con el resto de las verduras. Reservamos.
Ponemos las placas de lasaña a cocer (en nuestro caso, solo teníamos que meterlas 10 minutos en agua caliente).
Distribuimos tomate frito sobre el fondo de la fuente que usemos.
Vamos escurriendo y secando las placas de lasaña, y las vamos colocando sobre la fuente. Pondremos una base de la pasta, cubriremos con abundante relleno de las verduras por toda la superficie de la pasta, volvemos a poner otra capa de placas, otra capa de relleno y finalmente volvemos a colocar una nueva capa de pasta.
Preparamos la salsa bechamel (receta).
Precalentamos el horno a 200º arriba y abajo.
Vertemos la salsa sobre toda la lasaña y espolvoreamos queso rallado encima de esta, y metemos al horno hasta que el queso se funda (y gratine si nos gusta). Sacamos y servimos caliente.
Como veis, la pinta que tiene esta lasaña vegetariana es deliciosa, y con el plus de poder guardarla una vez preparada y conservarla en la nevera para consumirla cuando mejor os venga.
Un saludo a tod@s y buen provecho!