Agradezco de todo corazón que nos tenga servidos, pero debo decir que cada vez me lo pone más difícil a la hora de inventar una receta original, porque bien es cierto que la manera en la que nos está más bueno es a la plancha y es difícil hacer algo ingenioso con tan sencilla preparación.
En este caso la inspiración me vino ayer en el pueblo de mi suegro, donde, cómo no, había salmón y desde donde nos tuvimos que traer estas dos rodajas congeladas. A lo que iba, el pueblo de mi suegro está en Guadalajara pero linda casi con Aragón, y allí son frecuentes las furgonetas que pasan a diario en verano vendiendo melocotones de la tierra a los que es muy difícil resistirse, todo ello combinado con los tomates del huerto de mi suegro y el rico tomillo de la zona, me lo pusieron fácil y el resultado ha sido espectacular, un plato fresco, sencillo y muy colorido además de ecológico, al estar elaborado con productos de la zona y de temporada. Espero que os guste.
MEDALLONES DE SALMÓN CON SOPA Y TARTAR DE
MELOCOTÓN DE ARAGÓN Y TOMATE AL TOMILLO
DE HINOJOSA.
Para 2 personas:
2 rodajas de salmón
PARA EL TARTAR: 1 tomate mediano; 1 melocotón; Pimienta Negra;
Sal; Aceite de Oliva Virgen Extra; Tomillo Fresco.
PARA LA SOPA DE MELOCOTÓN: 1 melocotón; un chorrito de agua; Sal; Unas gotas de Viangre de Jerez; Aceite de Oliva Virgen Extra: Pimienta Negra.
Tomillo fresco para decorar.
No me gustan nada las rodajas de salmón, tienen muchas más espinas que los lomos y encima son más "feas" a la hora de presentar el plato, por lo general siempre las limpio bien quitando las espinas con ayuda de unas pinzas y quito también la piel dejándolas como veis en la foto, pero hoy quería presentarlas más bonitas al ser una receta de post y se me ha ocurrido hacer medallones, para ello he enroscado el salmón desde la parte más fina y luego lo he pinchado con un palillo para que mantenga la forma durante la cocción, una vez que ya están hechas, se retira el palillo y la forma que le hemos dado se mantiene, ayudándonos así a conseguir una presentación mejor.
Una vez listos todos los medallones, tapamos con un film y reservamos en la nevera hasta el último momento.
Preparamos ahora el tartar de tomate y melocotón. Tan sólo tenemos que pelar y despepitar el tomate y cortarlo a cuadraditos muy pequeños. Hacemos lo mismo con el melocotón y lo mezclamos con el tomate. Aliñaremos antes de servir para que no se salga todo el agua del tomate y lo haremos con sal, pimienta negra recién molida, unas gotitas de vinagre de Jerez, aceite de oliva virgen extra y tomillo fresco.
Para la sopa, pelamos el melocotón y lo ponemos en el vaso de la batidora junto con el resto de ingredientes. Trituramos hasta obtener una crema fina y reservamos.
Para el salmón a la plancha pondremos una sartén a calentar sin aceite (el salmón se cocina en su propia grasa) y cuando esté muy caliente, añadimos el pescado. Cocinamos aproximadamente un minuto por cada lado a fuego fuerte, en este caso yo he necesitado algo menos al tratarse de rodajas poco gruesas, lo importante es que quede dorado por fuera pero poco hecho por dentro, si no tiende a secarse mucho y pierde toda la gracia.
Ahora ya montamos el plato, para ello ponemos en el fondo un cacito de sopa de melocotón, espolvoreamos con tomillo fresco, encima pondremos el salmón y por último, el tartar. Terminamos decorando con unas ramitas de tomillo.
A pesar del nombre tan largo que le he puesto a la receta, es un plato de lo más sencillo de preparar y es ideal para estos días en los que apetece comer rico pero cocinar poco.
¡Hasta el próximo post!