El membrillo es una fruta típica del otoño, que es rico en sustancias con propiedades astringentes, no puede consumirse crudo a causa de su acidez. Su fuerte sabor ácido provoca que el membrillo sea incomestible al natural. Una de las preparaciones más corrientes de esta fruta es el dulce de membrillo, que resulta riquísimo por si solo pero también acompañado de quesos o nueces. También en mermelada como es este caso que se la he cogido prestada a mi amiga Julia Romero del blog Julia y sus recetas, no dejéis de visitarlo porque es un blog sorprendente.
Ingredientes:
Un kgr de membrillo limpio
500 gr de azúcar
un palo de canela
un anís estrellado
la corteza de medio limón
el zumo de medio limón
Preparación:
En una cazuela ponemos los membrillos limpios y troceados, con el resto de los ingredientes a cocer a fuego medio durante media hora removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
Trituramos con la batidora y rellenamos frascos de cristal. Si no se va a consumir pronto, debemos poner los botes a hervir cubiertos de agua en una olla durante 20 minutos y después dejamos que el agua enfríe antes de sacar los botes de la olla, de esta manera se conserva muy bien durante meses.