Ingredientes: (salen unos 8 milhojas pequeños)
2 placas de hojaldre precocinado
azúcar glas para caramelizar
Un buen puñado de fresas silvestres, también se pueden poner frambuesas, moras, arándanos...
Para la crema:
500 ml. de leche
1 vaina de vainilla
4 yemas de huevo
125 gr. de azúcar
40 gr. de Maizena
Preparación:
1) Primero elaboramos la crema, ya que tiene que estar bien fría para el montaje del plato. Para ello, ponemos la leche al fuego junto con la vaina de vainilla abierta por la mitad y rascada para sacar las semillas.
2) Mientras llega a ebullición, mezclamos las yemas, la Maizena y el azúcar hasta obtener una mezcla homogénea.
3) Cuando hierba la leche, sacamos la vainilla, bajamos el fuego y añadimos poco a poco la mezcla anterior sin dejar de remover hasta que espese. Dejamos enfriar tapado con un papel film tocando la crema para que no forme costra.
4) Mientras tanto, precalentamos el horno a 180º.
5) Cortamos el hojaldre del tamaño deseado. En mi caso, utilicé cortadores para galletas redondos, pero podéis hacerlas de la forma que queráis.
6) Las ponemos encima de la bandeja del horno forrada con papel de hornear, tapamos con otra hoja de papel vegetal y colocamos otra bandeja de horno encima, de esta manera evitamos que suba.
7) Pasados 10 minutos, retiramos la bandeja que habíamos puesto encima y el papel de hornear y espolvoreamos con azúcar glas con ayuda de un colador. Sed generosos, así se caramelizará bien. Volvemos a introducir en el horno hasta que estén dorados del todo (unos 10 minutos más, dependiendo del horno).
8) Dejamos enfriar sobre una rejilla.
9) Para montar el plato, colocamos una placa de hojaldre en la base, con ayuda de una manga o una cuchara colocamos un poco de crema (no os paséis o se pondrá todo perdido).
10) Colocamos las fresas por encima y repetimos la operación, es decir, una base encima de la anterior, crema y fresas. Para acabar, espolvoreamos con azúcar glas por encima.
Como sugerencia os diré que alguno de los que probaron los milhojas pensaron que una capa finita de chocolate negro en el hojaldre le habría ido como anillo al dedo, y no creo que le vaya nada mal. Haced pruebas y me lo contáis.
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Sandra