Mi afición en la cocina empezó con la repostería, ya que me encanta el dulce. Todo lo que lleve azúcar está rico.
Pero siempre ha habido algún postre que me daba un poco de miedo o respeto, por si no me quedaba bien, se me cortaba o se me estropeaba y no se lo podía ofrecer a la familia; es como si hubiese fracasado y prefiero no hacerlo poniendo la excusa de que no me gusta.
Pues he decidido cambiar de actitud, y hacer todos los platos que quiera, aunque se estropeen y tenga que tirarlos a la basura.
Y mi primera "gran prueba" es esta ocasión, con las natillas. Siempre creí que se me iban a cortar los huevos al echarlos en la leche y nada de eso; es una receta muy fácil y queda riquísima.
INGREDIENTES
1 l. leche
100 gr. azúcar
5 huevos
40 gr. Maizena
1 rama canela
1 naranja o limón
canela molida
galletas
ELABORACIÓN
En una cazuela ponemos la leche (excepto un vaso que reservaremos) con la canela en rama y una monda de naranja. No debemos dejar que hierva. Tapamos y dejamos que infusione durante unos cinco o diez minutos.
En el vaso que reservamos anteriormente diluimos la Maizena para que no quede ningún grumo. Reservamos.
En un bol ponemos las yemas de los huevos y empezamos a batir con unas varillas. Le añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que quede una cremina. Poco a poco vamos incorporando la leche con la Maizena.
Cuando haya templado la leche, quitamos la caneta y la monda de naranja y vamos añadiendo la mezcla anterior con las yemas.
Volvemos a poner a fuego medio y, con una cuchara de madera, no pararemos de remover hasta que espesen las natillas. Las servimos en cuencos individuales, las decoramos con una galleta y lo dejamos enfriar. Cuando vayamos a consumirlas, las espolvorearemos con canela molida.
CONSEJOS ÚTILES
Mide bien la Maizena, porque si te excedes quedarán muy espesas y no tendrán la textura adecuada, además de cambiarle el sabor.
Ten paciencia cuando mezcles los huevos con la leche, parecerá que no va a espesar nunca, pero poco a poco lo irás consiguiendo.