Últimamente estoy vaga con la producción de pan con masa madre. Será el calor, será la falta de ánimo o será que he encontrado un pan facilísimo que aguanta carros, carretas y la semana entera si hace falta. La miga queda genial, nada mazacote, muy elástica y esponjosa.
Es una receta de pan caníbal, se llama así porque parte de la masa se hace con pan que tengas de otra hornada y ya no te vayas a comer. Es un pan que se come a otro pan y le sienta de maravilla. Sí, sí… y además certifico que según vaya teniendo más solera mejor sale. A ver si me explico bien, yo voy usando un trozo del pan anterior para hacer el siguiente y cuando llevo ya 3 ó 4, se va notando la miga mejor. Para el primero puedes usar cualquier resto de pan que tengas por ahí.
La corteza queda bastante crujiente y soporta la estructura del pan muy bien, por eso a mí me gusta tanto para salado como para las tostadas del desayuno con mantequilla y una maravillosa mermelada de albaricoques que no paro de embotar ahora que están tan ricos. Tengo que aprovisionar porque es mi favorita.
La inspiración la encontré en esta receta de Bloc de recetas, ya sabéis que es de mis blogs de cabecera pero le he hecho algunas variaciones, a ver qué os parece. La mía es para las comodonas porque no me he molestado ni en cambiarlo de la pani al horno y no tiene masa madre.
Ingredientes
– 200 gr. de pan viejo
– 500 gr. de agua
– 500 gr. de harina de espelta y lo que pida la masa (yo suelo poner 300 gr. de harina blanca y 200 gr. de harina integral)
– 15 gr. de sal
– 1 sobre de levadura seca de panadería
Modus Operandi
1) Trocear el pan viejo y poner en la cubeta de la panificadora. Cubrir con el agua y dejar un rato para que reblandezca.
2) Añadir el resto de ingredientes. Yo suelo poner la sal y la levadura en lugares opuestos en la cubeta porque dicen que no deben tocarse, pero la verdad es que no sé si tiene fundamento científico.
3) Poner a funcionar la panificadora, yo suelo ponerla en el programa normal o en el integral, depende del día. Peso, 1.250 gr. y sin calentamiento. Tienes que estar alerta en el primer amasado porque ahí verás si necesitas ponerle harina. Yo normalmente tengo que añadir 4 ó 5 cucharadas generosas de harina, pero depende del pan que pongas de base.
4) Antes de que termine el último levado quitar las palas y acomodar la masa. Esperar a que hornee.
5) Sacar cuando termine el horneado, no dejar mucho tiempo en la cubeta una vez finalizado el programa porque se queda la corteza más blandengue.
Al ser un pan este que que se come todo y aguanta todo tipo de mala vida que le des, se merece esta canción de los Led Zeppelin. Quién volviera a tener esa melena como la de Robert Plant.