Llevaba viendo este pastel todo el verano, en Pinterest, en Facebook... estaba deseando hacerlo y me ha encantado. La textura es parecida a un souflé, se deshace en la boca y no es nada empalagoso. Se podría acompañar perfectamente con una mermelada y el tanden sería delicioso. Nosotros lo comimos tal cual por aquello de no añadirle mas calorías...
La preparación es rápida y super fácil, razón de mas para que os animéis este fin de semana, y solo necesitáis tres ingredientes, ahí os lo dejo.
Ingredientes:
4 huevos.
160 grs. de chocolate blanco.
160 grs. de queso de untar tipo Fhiladelfhia.
Un poco de azúcar molido para espolvorear.
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo y ponemos una bandeja con dos dedos de agua, este pastel se hace al baño María.
Preparamos un molde de 18 cm. untado de mantequilla y lo forramos con papel de horno.
El chocolate lo derretimos al baño María y reservamos.
Separamos las claras de las yemas.
Las yemas las batimos con el queso hasta que se integren bien, lo hacemos con un batidor de mano,
y le añadimos el chocolate blanco que habíamos derretido.
Por último batimos las claras a punto de nieve y la agregamos a la mezcla anterior con cuidado que no se bajen.
Vertemos la mezcla en el molde y lo tenemos en el horno al baño María a 180 grados durante 15 minutos luego lo bajamos a 170 y lo tenemos 15 minutos mas.
Apagamos el horno y lo mantenemos dentro otros 15 minutos, sacamos y dejamos templar. Espolvoreamos con azúcar molido. Nos lo podemos comer templado o fresquito, de las dos maneras está delicioso. Espero que os guste.