Estos pastelitos de mousse de chocolate que vi en una receta de Nestlé son una auténtica delicia, y quedan estupendamente en el caso de tener visitas. Además, podéis hacer la mousse con antelación, ya que tiene que estar en el congelador, y el día que vayáis a servirla, ponerla en la nevera y preparar la cobertura de chocolate que va por encima.
Para que os hagáis una idea, con esta receta salen seis pastelitos de mousse de chocolate. Me sobró sólo un poquitín de mousse que puse en un vaso. Los pastelitos desaparecieron en un momento, pero antes de que desapareciesen pasó algo que os quiero comentar y os agradeceré que me deis vuestra opinión.
Una vez acabados de adornar los pastelitos, como siempre suelo hacer, me puse a hacer las fotos de rigor para el blog. Siempre suelo usar un mantel que tengo de colores bastante vistosos. Estaba yo en plena faena cuando llegó mi suegra y me vio haciendo las fotos. "¿Pero qué estás haciendoooo?" me dijo. Yo, extrañada, porque sabe perfectamente que hago fotos para el blog se lo expliqué. Entonces me dijo "¡Quita ese mantel!. ¿No ves que tiene demasiados colores y distrae la atención?"
Tengo que decir que mi suegra ha sido fotógrafa de profesión durante toda su vida. En cuanto me di cuenta, ya me había buscado un mantel sólo de color azul. Es un mantel que tengo nuevo y que nunca he usado, porque me da pánico ponerlo en la mesa. Me pone mala el hecho de pensar que se pueda manchar y que tenga que lavarlo. Es de esos que se arrugan muchísimo, y el día que lo tenga que lavar me voy a pasar un mes planchándolo y no va a volver a quedar nunca igual... jajaja.
Mientras lo iba extendiendo en la mesa yo iba pensando: "Que no se manche... que no se manche..." jajaja. En fin, que hice unas cuantas fotos y luego me dijo "Apaga la luz, que hace demasiados reflejos". Hice unas cuantas más, pero las que hice sin luz salieron demasiado oscuras.
En fin, que no me convencía. Por lo tanto, les enseñé las fotos con mantel colorido y con el mantel azul a mis compañeros de trabajo. Ganaron las fotos con el mantel azul, pero con poco margen. Por lo tanto, en la portada va la foto del mantel azul... pero la última foto es la del mantel colorido. Yo no me rindo... jajaja. No tengo ni idea de fotografía (es evidente, si veis las fotos de mi blog... jajaja), pero me sigue gustando más la del mantel colorido. Si me podéis hacer un favor, mirad las dos y decidme cuál os gusta más.
Ingredientes:
Para la mousse:
90 gr. de galletas María
40 gr. de mantequilla
200 ml. de nata (crema de leche) para montar
2 huevos
1 pizca de sal para montar las claras
125 gr. de chocolate negro para fundir
1 hoja de gelatina
2 cucharadas de leche
50 gr. de azúcar
Para la cobertura:
75 gr. de chocolate negro para fundir
20 gr. de mantequilla
75 gr. de nata (crema de leche) para montar
Para adornar:
18 arándanos
Crocanti de almendras
Preparación:
Primero de todo, vamos a hacer los moldes. Cortamos 6 tiras de acetato de 22 cm. de largo. Yo usé una regla para medirlo. Las tiras de acetato son esas tiras que se suelen usar en pastelería, para que los pasteles queden tan bien. Se pueden encontrar por internet, y la verdad es que cuando las usas una vez, ya no puedes dejar de usarlas.
Ponemos las tiras alrededor de un molde para emplatar de 6 cms. de diámetro. Yo no tenía moldes para emplatar de esa medida y estuve mirando cosas cilíndricas hasta que encontré... ¡el cilindro del objetivo de mi cámara! jajaja. Que justamente hacía 6 cms. de diámetro. Evidentemente, no pude hacer foto, porque necesitaba mi cámara para hacer los moldes... jajaja. Pero para que veáis cómo se tiene que hacer, he puesto la tira de acetato alrededor de otro molde de emplatar más grande.
Pegamos el extremo con un celo por fuera para que las tiras tengan forma cilíndrica. Una vez hayamos pegado con celo el acetato para hacer moldes de 6 cms. de diámetro, ponemos los moldes sobre una bandeja con papel para hornear. De esta forma, los pastelitos no se quedarán pegados a la bandeja. Aquí podéis ver perfectamente cómo está pegado el celo. Y repito: Está pegado por fuera.
Ponemos las galletas en una picadora o similar.
Trituramos las galletas. Tienen que quedar más o menos así:
Ponemos la mantequilla en un recipiente apto para microondas.
Fundimos la mantequilla al microondas. Yo la tuve unos 30 segundos a máxima potencia. Tened cuidado de que no se os queme. Si veis que con menos tiempo la mantequilla ya está fundida, parad el microondas.
Añadimos las galletas trituradas a la mantequilla.
Mezclamos con una cuchara.
Repartimos la mezcla entre todos los moldes y aplanamos con un vaso que sea más pequeño que el molde. Intentad que el acetato no se os levante mientras estáis aplanando las galletas con mantequilla. Si se os levanta, volverla a poner en su sitio
Aquí tenemos todos los moldes con la base de galletas y mantequilla aplanada.
A continuación, seguimos con el chocolate. Partimos el chocolate en trozos pequeños y lo ponemos en un recipiente apto para microondas.
Fundimos el chocolate en el microondas usando la función de descongelar. Programamos 30 segundos. Lo sacamos, removemos, si no está fundido, lo metemos otros 30 segundos más, lo volvemos a sacar y a remover y repetimos la operación hasta que se haya fundido. Cuidado que no se os queme. Yo con dos minutos tuve suficiente.
Dejamos que el chocolate se enfríe hasta que esté más o menos a temperatura ambiente. Ponemos en un recipiente la nata (crema de leche) para montar.
Montamos la nata (crema de leche). Yo usé la KitchenAid, pero podéis montar la nata (crema de leche) con cualquier batidora con varillas, o a mano.
Una vez montada, la metemos en el frigorífico. A continuación, ponemos a hidratar la hoja de gelatina en un plato con agua fría.
Partimos los huevos y separamos las claras de las yemas. Aseguraos que las claras no tengan ni un poquito de yema, porque si no, no se os montarán. Ponemos las claras en un bol. El bol tiene que estar limpio y sin rastro de grasa para que monten. Yo lavé el vaso de la KitchenAid.
Añadimos una pizca de sal y montamos las claras. Estarán listas cuando al poner boca abajo el recipiente con las claras montadas no se caigan (hacedlo con cuidadín... jajaja).
Reservamos las claras. A continuación ponemos en un recipiente el azúcar.
Añadimos las yemas.
Batimos las yemas con el azúcar hasta que blanqueen. Esta vez mi kitchenAid no me sirvió. Había tan poca cantidad que las varillas no llegaban al fondo. Hacía tiempo que no regulaba la altura y no me acordaba cómo se hacía. Por lo tanto, lo hice con una batidora de varillas.
Escurrimos la gelatina y la ponemos en un recipiente apto para microondas que no sea muy grande.
Añadimos las dos cucharadas soperas de leche.
La ponemos en el microondas hasta que se funda. Yo necesité unos 15 segundos, pero depende del microondas será menos. Estad al tanto. Mezclamos con una cuchara y, una vez esté templado lo añadimos a las yemas con el azúcar. Lo mezclamos bien.
Una vez mezclado, añadimos poco a poco y con mucho cuidado el chocolate fundido.
Mezclamos con una espátula enérgicamente hasta que el chocolate esté bien integrado. Quedará una masa bastante consistente. Haced bastante hincapié en el fondo del recipiente. Que quede todo bien mezclado.
A continuación añadimos una cuarta parte de la nata (crema de leche).
Mezclamos con la espátula para que la masa no sea tan consistente. Al igual que cuando hemos añadido el chocolate, tened cuidado de que no se os quede el fondo sin mezclar. A continuación, añadimos el resto de la nata montada (crema de leche).
Volvemos a usar la espátula para mezclar con cuidado y con movimientos envolventes para que no se baje la mezcla.
Añadimos la clara montada.
Seguimos mezclando con la espátula haciendo movimientos suaves y envolventes.
Una vez esté lista la masa, la ponemos en una manga pastelera sin boquilla.
Si la manga pastelera es desechable como la mía, haced un corte un poco grueso en el extremo. Así será más fácil rellenar los moldes. Repartimos la mousse entre todos los moldes, teniendo cuidado de que el molde no se salga de su sitio. La mousse tiene que llegar hasta arriba del molde. A mi me sobró un poquito de mousse.
Alisamos la parte de arriba de la mousse usando una espátula o una cuchara. Tiene que quedar lo más lisa posible.
Aquí tenemos todos los pastelitos acabados de rellenar.
Congelamos los pastelitos un mínimo de tres horas. Yo los tuve toda la noche. Una vez haya pasado el tiempo, es hora de preparar la cobertura. Partimos el chocolate en trocitos lo más pequeños posibles (Así será luego más fácil de que se derritan) y los ponemos en un recipiente que será el que usaremos para aplicar la cobertura.
Añadimos la mantequilla.
Ponemos la nata (crema de leche) liquida en un cazo y la calentamos hasta que hierva.
Cuando arranque a hervir, verter la nata (crema de leche) líquida sobre el chocolate y la mantequilla.
Removemos hasta que el chocolate y la mantequilla se hayan derretido por completo.
A continuación sacamos una por una las mousses del congelador y retiramos el acetato. Recién congeladas es más fácil de quitar. Mientras vamos quitando el acetato en una, el resto siguen en el congelador y no se descongelan. Se quita pasando un cuchillo de arriba a abajo por la junta donde está pegado el celo. Cortando el celo por donde une la lámina de acetato sale muy fácilmente.
A continuación vertemos el chocolate desde el centro y vamos haciendo círculos hasta que la cobertura llegue a los bordes y se deslice un poquitín hacia abajo.
Ponemos encima el crocanti de almendras.
Por último, añadimos tres arándanos sobre el crocanti de almendras. Reservamos en la nevera hasta el momento de servir.
¡Espero que os haya gustado la receta!. Si es así, no os perdáis mis actualizaciones. Podéis seguirme haciendo click en "Me gusta" de Facebook, añadiéndome en vuestros círculos en Google +, o en Twitter.
Y como lo prometido es deuda, aquí tenéis la foto con el mantel colorido de fondo. ¿Cuál os gusta más?