Los pestiños caseros con miel es un dulce típico de las festividades de Navidad y Semana Santa (¡no te pierdas nuestra receta de torrijas!) que siempre ha tenido un hueco en nuestra casa. Desde hace muchos años hemos tenido el placer de poder disfrutar de este manjar gracias a mi abuelo y su receta, que hemos conservado como un tesoro.
Ahora que hemos puesto en marcha nuestra propia página de cocina, hemos decidido desempolvar la verdadera receta, la que él hacía, para compartirla con todos nuestros lectores y seguidores. Concretamente, nuestra receta de pestiños sigue la línea de cómo se hacían en Jérez, aunque este dulce está muy extendido por toda Andalucía.
Os aseguramos que estos pestiños son para deleitarse, para saborear lentamente su esencia de harina, aceite, anís y miel, que no hacen de ellos más que un vicio. Su sabor se aproxima, en cierto modo a la shebbakiyya marroquí y también, ligeramente, a las tortas de aceite típicas andaluzas pero con una explosión de sabor mucho más potente. Lo mejor en realidad, es que lo hagas y alucines con su sabor, ¡cómo nos pasa a nosotros!
Cómo hacer pestiños caseros con miel
INGREDIENTES PARA HACER PESTIÑOS CON MIEL :
750 gr. Harina
700 gr. Miel
250 ml. Aceite de Oliva
250 ml. Vino Oloroso de Jerez
125 ml. Anís corriente
50 gr. Matalauva (anises)
Sal
Agua (15 cucharadas)
CÓMO HACER PESTIÑOS CASEROS CON MIEL:
Ponemos aceite de oliva virgen en un cazo a fuego bajo y tostamos la matalauva (hasta que coja un color dorado) para que impregne su sabor en el aceite, con cuidado de que no se queme.
Sobre la encimera o una superficie grande, hacemos un volcán con la harina y la sal. Con un colador sobre el centro del volcán, vertemos el aceite templado, lo que nos servirá para separar los granos de matalauva, pero conservando en el aceite todo su sabor.
Amasamos toda la mezcla con cuidado.
Añadimos el anís y amasamos de nuevo.
Añadimos el vino oloroso de Jerez y amasamos.
Vamos añadiendo la harina que sea necesaria hasta que quede una masa con la que podamos trabajar uniformemente. Cuando la masa se deje de pegar en nuestros dedos, significa que está lista para empezar a trabajar con ella.
Hacemos un rectángulo con la masa y la cortamos en triángulos. Con cada uno de ellos hacemos rollitos para dar forma a nuestros pestiños. Puedes darle la forma que quieras. Nosotros, siguiendo la receta original de mi abuelo, los hemos hecho como aparecen en la imagen.
Preparamos dos cazuelas en el fuego, una con aceite para freír y la otra con la miel y 15 cucharadas soperas de agua.
Echamos los pestiños en la cazuela con aceite y los freímos unos minutos a fuego medio hasta que queden doraditos.
De ahí los pasamos directamente por la cazuela con la miel y el agua y los dejamos a fuego muy suave durante unos minutos, no más de 5, de esta manera cogerán el sabor de la miel.
Cuando estén listos y bien impregnados los sacamos y los colocamos en una bandeja.
Cuando hayamos sacado todos los pestiños rociamos la bandeja con la miel sobrante de la cazuela.
Dejamos enfriar. Se pueden tener al aire libre, aguantan bastantes días y verás como van cayendo con cada visita a la cocina…
¡Y LISTO!
Has conseguido hacer unos pestiños con miel caseros deliciosos con la receta de mi abuelo, ¡espero que los disfrutes tanto como nosotros!
Ah, y no te olvides de ver nuestra genial vídeo-receta de torrijas caseras, ¡están deliciosas!
CONSEJOS PARA HACER PESTIÑOS CASEROS ANDALUCES PERFECTOS
La elaboración: a la hora de hacer la masa, es importante por un lado respetar las medidas exactas. Sin embargo, es fundamental poner la cantidad de harina adecuada. Con esto queremos decir que, mientras se va poniendo el aceite con la matalauva y luego el oloroso, conviene echar harina poco a poco hasta llegar al punto perfecto. Si nos pasamos de harina el resultado serán unos pestiños poco agradables de comer por el exceso de harina.
La forma: tradicionalmente, los pestiños se hacen con trozos de masa que cortamos en cuadrados y luego se pliegan los laterales. Sin embargo, esta es la normal general pero no la única. En nuestra casa, nuestro abuelo hacía una forma enrollada que parece como un cruasancito. Esto no solo hace más fácil conseguir la forma como se ve en el vídeo. También sirve para que la miel entre por dentro con más facilidad. Están buenísimos así la verdad.
El cocinado: a la hora de freírlos, es importante verificar que el aceite está muy fuerte antes de meterlos, sino la cocción no será la correcta y no estarán buenos. Para verificarlo, basta con meter una miga de pan y, si aparecen burbujas, está perfecto. Sino, hay que esperar hasta que así sea.
El “baño” en la miel: cuando pasamos a “bañar” los pestiños en miel, los escurrimos bien de aceite con una espumadera, y los rebozamos bien para que cojan todo el sabor de la miel.
El toque final: una vez bañados en la final y retirados en una fuente, no te olvides de esparcir toda la miel restante del cazo. Esto le dará el toque perfecto.
A disfrutaaaaar!
CÓMO TOSTAR LA MATALAUVA O UN ALIMENTO
Tostar es poner un alimento al calor del fuego, del horno o de una tostadora para que se seque sin llegar a quemarse y tome un color dorado y una textura crujiente.
En esta receta hemos tenido que tostar la matalauva o el anís y, aunque aparece en el vídeo, os hemos querido dejar este vídeo por si os ayuda algo más. Este método sirve para cualquier receta en la que tenemos que tostar un alimento para sacar todo su saber. Al soltar el anís su sabor en el aceite, como luego lo usamos para la masa, conseguimos que todo el sabor del alimento esté en el pestiño final. Esto lo hace espectacular.
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