Hoy la esperada receta de la pizza que tanto me habéis pedido. Lo gracioso de esta receta, no es el contenido, sino la masa, el truco de esa masa fina y esponjosa que hace que la pizza se convierta en uno de nuestros platos favoritos. Esta receta la aprendí a hacer en mi paso por Florencia, cuando estuve de Erasmus. es muy fácil de hacer, como todo lo que os enseñamos aqui, espero que os guste, desde luego a mis amigos, les encanta. Ya no las quieren compradas, las quieren de casa!
El origen más aceptado se sitúa en la antigua Roma, donde se acostumbraba hacer pan de forma circular y, luego del cocinado, cortarlo en porciones como con las pizzas actuales. Entonces es posible deducir que el origen de la pizza se debe al agregado de ingredientes extras sobre este tipo de pan.
Se dice que en la época del rey Fernando I (1751-1825), la reina había prohibido la pizza en la corte. Pero Fernando, a quien le fascinaba, burlaba la orden disfrazándose de plebeyo para visitar a escondidas un barrio pobre de Nápoles donde se preparaba esta comida. Con el tiempo confesó su gusto y la pizza se convirtió en un gran éxito en toda Italia.
Receta para cuatro personas
Duración: 1 Hora y media
Ingredientes:
Para la masa
– 500 Gr de harina
– 250 ML de agua tibia
– 1 cubo de levadura fresca
– 1 cucharadita de sal
– 1 Cucharadita de azúcar
Para la pizza
– 4 Latas de atún en aceite de oliva
– Tomate de bote
– 1 Cebolla
– Pimentón
– Orégano
– Queso para fundir
Cómo lo hacemos…
Lo primero que vamos a hacer es la masa, para ello, en un vaso mezcla el agua tibia con la levadura, disuelvela. Añade el azúcar y la sal.
En un bol amplio tamizamos la harina (muy importante) hacemos un pequeño hueco en el centro e incorporamos el agua con todo disuelto. Comenzamos a mezclar con las manos. Cuando veamos que ya está sólida la mezcla, en una encimera enharinada, amasamos con las manos unos cinco minutos. Es muy fácil, no tengas miedo, a parte de ser súper divertido.
Cuando la masa ya no se quede pegada a las manos, la introducimos en un recipiente tapada con un trapo de cocina en un lugar cálido, por espacio de 1 hora para que leve la levadura.
Mientras tanto maceramos la cebolla. La cortamos en trocitos muy pequeños y la añadimos aceite, pimentón y orégano. Reservamos.
Pasado ese tiempo, la masa habrá casi doblado su tamaño. Extendemos en una tabla enharinada y comenzamos a estirar, primero con las manos de dentro hacia afuera y finalmente con el rodillo de amasar. No busques la perfección pues lo bueno de las pizzas es eso, que cada una es distinta de las demás.
Una vez esté hecha, untamos bien con tomate, encima incorporamos el atún sin el aceite, la cebolla que habíamos dejado macerando y el queso para fundir. Finalmente el orégano. Mi orégano es traído directamente de Roma, y su sabor es mas fuerte, ¡pero una pasada!
Precalentamos el horno a 200º. Cuabndo esté caliente introducimos nuestra pizza a 180º durante 15 minutos.
Simplemente espectacular, buenísima, de un sabor totalmente italiano. Os recomiendo que la hagáis, La podéis hacer de mil ingredientes. Dentro de poco subiré la receta de la pizza frita, otra delicia culinaria que no os podéis perder.
Arrivederci Ragazzi
¡¡¡Hasta la siguiente receta!!!