Lo que es fuerte es que no sea yo el que lo estrene, sino mi mujer. Ella tenía ganas de hacer un plumcake de verdad, porque lo que habíamos hecho hasta ahora más bien eran bizcochos con forma de plumcake, pero no es lo mismo. Hojeando el libro que ella misma me regaló, Repostería de convento, de Ediciones Tikal, se fijó en la receta del plumcake y se puso manos a la obra.
La verdad es que le quedó buenísimo. Tiene un sabor intenso a uvas pasas, que a mi personalmente me encantan, y se combina con el toque más duro de las nueces. La combinación es perfecta. Está realmente muy bueno y además es muy fácil. Os recomiendo, si no lo habéis probado, que lo hagáis; seguro que no os vais a arrepentir. Os dejo ya con la receta.
Ingredientes
150 gr de harina
125 gr de mantequilla
125 gr de azúcar
3 huevos
200 gr de pasas de Corinto
1 cucharadita de levadura en polvo
mantequilla para untar
Elaboración
Se pone en un cuenco y la batimos hasta que quede cremosa. Seguidamente añadimos el azúcar y los huevos, uno a uno, mezclando y removiendo continuamente.
Agregamos la levadura en polvo a la harina y la añadimos poco a poco a la masa preparada. Enharinamos ligeramente las pasas para que se repartan bien y las incorporamos a la mezcla.
Untamos bien con mantequilla todas las paredes de un molde para plumcake y vertemos en él la masa que hemos preparado.
Horneamos a 180-200º unos 60-70 minutos. A nosotros nos tardó 60 minutos a 180º. Sacamos del molde y lo presentamos. Se puede decorar con unas guindas.