Cuando nos ponemos a pensar en hacer una comida, o a veces por lo menos a mí me pasa, nos apetece probar a mezclar ingredientes que nos gustan para no comerlos siempre de la misma forma, este es el caso de esta receta.
Quería hacer arroz blanco pero darle un toque diferente y al mezclarlo con el pollo macerado quedó una receta muy sencilla y muy rica, que es perfecta para comer en frío o caliente, eso es simplemente cuestión de gustos.
Como macerar el pollo:
Cortar la pechuga a trozos (el tamaño es a gusto).
En un bol mezclar la pechuga cortada con las dos mostazas, el orégano, el ajo en polvo y una cucharadita de leche.
Salpimentar y dejar macerar en la nevera una hora como mínimo.
Como preparar la receta:
Cuando tengamos macerada la carne nos ponemos a preparar el sofrito.
Partir la cebolla, la zanahoria y el pimiento a trozos pequeños.
Rallar el tomate sin piel.
Echar en una sartén el aceite y cuando esté caliente añadir las verduras cortadas.
Echar sal, el romero y dejar sofreir hasta que se doren bien las verduras, añadir el tomate y dejar cocinar hasta que el aceite empiece a sobresalir.
Añadir el pollo macerado al sofrito y dejar cocinar a fuego fuerte unos cinco minutos, o hasta que se cocine el pollo.
Mientras se va haciendo el sofrito cocer el arroz en abundante agua (igual que la pasta) con la pastilla de caldo de carne.
Escurrir y enfriar igual que la pasta.
Unir las dos preparaciones y dejar cocinar a fuego fuerte y moviéndolo de vez en cuando unos dos minutos.
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