Por desgracia ni recordaba la receta de mi padre, ni podía ponerme en contacto con él, así que me la tuve que inventar un poco con la correspondiente pérdida de maravillosidad. Pero bueno, era muy comestible.
Aquí lo veis con una cantidad un pelín inhumana de pimentón picante. No lo hagáis si no sois de paladar duro. Esta receta es 100% vegana, pero podéis añadir un choricito y darle alegría al puchero.
Ingredientes:
2 patatas
200gr de alubias blancas
100gr de champiñones laminados
1 pastilla de caldo de pollo
1/2 berenjena
1 calabacín
2 zanahorias
3 hojas de laurel
Preparación:
Lo primero es poner las alubias a remojo en agua fría la noche anterior, dejando que el agua las cubra bien. Al día siguiente ya podemos empezar. En una olla ponemos las alubias a cocer con el laurel y un sobrecito de azafrán, y en otra olla ponemos a cocer las verduras picadas con los champiñones. Cuando las verduras estén cocidas y blanditas (lo podemos comprobar pinchando con un tenedor, pero más o menos pasarán unos 45min) las ponemos en un bol o en el tarro específico para triturar y les damos una buena pasada con la batidora hasta que queden bien trituradas. Añadimos esta crema a la olla de las alubias e incorporamos las patatas peladas picadas junto con el caldo de pollo. Removemos bien y dejamos que cueza todo a fuego lento durante, como mínimo, media hora. Comprobamos si las alubias están cocidas, y en este punto probamos la salsa para ver la cantidad de sal o pimentón picante necesaria.
En mi caso, que prefiero las alubias poco hechas, tuve todo listo en poco más de hora y media, pero también depende del tipo de alubia, olla y cocina. Comprobad siempre que todo va bien probando alubias y patatas, y por supuesto la salsa. Así siempre sabréis que todo se cocina bien y no queda crudo o demasiado hecho.