Ya sabéis como son los sitios pequeños, te crías mala fama y no hay quien te la quite.
Que si el lobo malo, que si el lobo feroz...y uno tiene su corazoncito!
Pensé incluso trasladarme a otro bosque, pero no creas que por ahí esta la cosa mejor: en la Selva Negra están quitando los subsidios, en la sierra de Guadarrama por una vacuna tienes que pagar un riñón....y que uno ya tiene una edad.
Así que he pensado hacerme una limpieza de imagen. He tomado prestado este blog, me he comprado unas gafas molonas y voy a ver si me ligo a una chavalita .
La cosa esta complicada, así que cuando he visto venir por el camino a la mayor de las siete cabritillas ni me lo he pensado, he cogido cuatro cosas, las he metido en una cesta y la he invitado a un picnic improvisado.
No creáis que, por lo repentino, me he avituallado a lo loco. Una botella de vermut, que da ese punto tontorrón. Fruta, que luce y me da un aire sanote. Pan y por último dos botes de quesitos de yogur que preparé yo mismo hace un par de meses, que yo paso mucho de esa pose del "macho alfa".
Ah! y como la crisis de fe de esta cabritilla ha sido la comidilla en el bosque la última semana los "escritos irreverentes" de Mark Twain.
La cabra que está en plena rebelión adolescente (¿Qué pasa? me gustan tiernas) se vino encantada pensando en el mosqueo que se iba a pillar su mamá y a gorronear algo de vinacho, así que nos fuimos a un prado chulo, puse la manta y desplegué todo mi arte seductor.
La tía se tronchaba con las cartas de Satán, y venga quesitos: de romero, de pimienta, de almendras... no le hacía ascos a ninguno, y el vermut baja que baja.
La estampa no podía ser mas bucólica, los dos en la manta, yo leyéndole, ella con flores en los cuernos... lo he visto claro y me he lanzado a cuchillo
Y va la tía y me dice que quieto ahí, que de eso nada, que tiene un novio anarquista y que como mucho como amigos.
-¡Aquí el único que come amigos soy yo!- Le he dicho bastante cabreado
La tía se ha puesto a chillar y se ha ido corriendo como una loca.
Y casi mejor, porque si ese es el sentido del humor que tiene no va a ser mi media naranja, así que me he quedado disfrutando una última copa con otro quesito mientras me partía la caja con el capítulo del ángel archivero: "¿Una novia majetona?: denegado"
Quesitos de yogur (labneh)
1/2 kilo de yogur griego
1 vaso de aceite de oliva
2 dientes de ajo
Sal
Para rebozar
1 c.s de pimienta negra molida
1 c.s. de romero picado
1 c.s. de pimentón picante
1 c.s. de almendra crocanti...
Poner el yogur en un colador fino y dejas escurrir sobre un bol en el frigo 24 horas
Esterilizar dos frascos de cristal de 250 ml y llenarlos hasta la mitad de aceite.
Pasado este tiempo tendremos un yogur densísimo, ajustamos el punto de sal y con mucho cuidado hacemos bolitas,del tamaño de un huevo de codorniz, y las vamos rebozando con las coberturas, alternando para que quede bonito y cuidadosamente las colocamos en el bote. Más o menos cuando el bote este por la mitad ponemos el diente de ajo, después de darle un golpe con el dorso de la hoja de un cuchillo.
Seguimos poniendo quesitos sin presionar nunca o se chafarán, hasta casi el borde y rellenamos con aceite hasta arriba. Tapamos.
Se conservan cuatro meses y aunque pueden consumirse en un par de días, mejoran con el tiempo.