Pues nada, aquí estoy con otra quichhh... No penséis que no me quedaba nada más en la nevera, que a veces está en las últimas aunque no en ese grado, pero es que esta quiche es así, de cebollas. Claro, y todo lo que lleva una quiche, nata (crema de leche), huevos y ésta vez quesitos. Normalmente tendemos a pensar en las cebollas como el ingrediente del típico sofrito o salsas, pero la verdad es que hay bastantes preparaciones con cebollas como el ingrediente principal: la sopa de cebolla, cebollas rellenas, los típicos aros crujientes de cebolla, y porqué no una quiche como la de hoy.
Cuando en casa me preguntaron de qué era la quiche, me hice la loca hasta que la probaron que ya me los conozco... sólo puedo decir que está francamente buena!
Ingredientes:
- 2 cebollas
- 150 ml. de nata (crema de leche)
- 150 ml. de leche
- 3 quesitos
- 2 huevos
- 1 lámina de masa quebrada (yo he utilizado congelada)
- mantequilla para engrasar el molde
- aceite de oliva
Elaboración:
1. Descongelamos la lámina de masa quebrada a temperatura ambiente y mientras se descongela vamos haciendo el relleno. En media hora está descongelada y lista para utilizarla.
2. Cortamos la cebolla en pluma y la sofreímos en una sartén con un poco de aceite de oliva y sal. La dejamos a fuego lento, sin prisa, hasta que esté totalmente hecha y la dejamos templar un poco.
3. En un bol batimos los huevos, les añadimos la nata (crema de leche) y la leche. Añadimos la cebolla, los quesitos aplastados con un tenedor y lo removemos todo.
4. Encendemos el horno a 200ºC
5. Colocamos la masa quebrada en un molde de horno untado con mantequilla y pinchamos el fondo para que no suba. No hay que hornearla previamente, lo haremos todo junto.
6. Ponemos el relleno y lo metemos en el horno hasta que veamos que está cuajado pinchando con un palillo, cuando salga limpio ya está hecha, puede costar entre 20-30 minutos.
¡Hasta mañana!