La inspiración de esta receta de Merluza al vapor de vino blanco viene de un plato parecido que mostró Yayo Daporta en uno de los programas de Top Chef. Los concursantes tenían que probarlo a ciegas e intentar reproducirlo lo más fielmente posible.
Uno de los concursantes, Víctor, tiró de memoria y realizó una receta de un libro de Yayo, un error ya que no era exactamente la misma que había traído al programa, puesto que no llevaba vino blanco. Y esa ha sido mi opción también, incorporarle vino al vapor.
Los ingredientes que necesitamos son:
Dos lomos de merluza.
Vino blanco, idealmente un albariño.
Lechuga de mar.
Para la salsa de remolacha: media remolacha y un poco de mantequilla.
Para la salsa de maíz: media lata de maíz y aceite de oliva.
Para hacer la merluza al vapor en caso que no tengamos ningún aparato especial para este tipo de cocción os explico mi método. Usamos una olla en la que colocamos el líquido con el que haremos el vapor, yo he usado mitad de agua y mitad de vino blanco. No hace falta que la llenemos demasiado, lo justo para que al hervir haga vapor.
En esa olla colocamos un colador grande, en el que colocaremos los trozos de pescado una vez el líquido hierva, y lo tapamos con la tapa de la olla. No es el método ideal, pero nos servirá perfectamente sin necesidad de meter más trastos en nuestra cocina. El tiempo que tiene que estar el pescado al vapor es de unos siete minutos.
Una vez cocido opté por darle un golpe de calor con un soplete de cocina, pero también podemos pasarlo unos segundos por una plancha muy caliente, para darle el toque tostado pero sin cocerlo más.
La salsa de remolacha la preparamos hirviendo la remolacha hasta que esté blanda y triturándola con un poco de mantequilla. La reservamos en un biberón para decorar posteriormente el plato.
La salsa de maíz la preparamos triturando el maíz en un vaso con el túrmix y añadiendo poco a poco aceite hasta que quede bien ligado y cremoso. Usamos también un biberón para decorar.
Emplatamos todos los elementos (merluza y salsas) junto a un poco de lechuga de mar rehidratada. Aliñamos con un poco de sal maldon o sal negra y un chorrito de aceite y ya tenemos un plato sano, sabroso y original ¡A disfrutar!
Fuente: este post proviene de Quien tiene boca, donde puedes consultar el contenido original.
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