La alimentación ecológica, biológica u orgánica es aquella compuesta de productos que se obtienen y/o se elaboran de manera natural, sin elementos artificiales y respectando el medio en el que se producen. Las personas que optan por los alimentos ecológicos buscan, por tanto, un doble beneficio: aportar su granito de arena al cuidado del medio ambiente; y saber lo que están comiendo, es decir, alimentarse con productos que carecen de sustancias artificales como pueden ser insecticidas, conservantes u otros elementos introducidos por el hombre.
Este tipo de alimentación era minoritaria hace apenas una década, tanto en el número de demandantes como en el número de productos ofertados. Sin embargo, ambos han crecido considerablemente, probablemente por una mayor y mejor información sobre esta alimentación, por la preocupación de la población ante el cambio climático y, sobre todo, por el desconocimiento de las repercusiones a nivel sanitario de los componentes artificales existentes e introducidos en la obtención y producción de ciertos alimentos.
Más productos ecológicos
Muchos son los que piensan que la fruta y la verdura, así como los huevos o la leche, son los únicos alimentos que pueden encontrarse en versión ecológica. Es cierto que la oferta y la demanda de estos ha crecido mucho más, pero los alimentos ecológicos que podemos encontrar en el mercado no son sólo estos.Por ejemplo, si las materias primas son ecológicas (aceites, harinas, cacao, miel, sal...), podemos hacer a partir de ellas subproductos ecológicos, tales como refrescos, postres, dulces navideños, panes, etc. También la innovacción llega a este terreno y podemos encontrar desde caviar ecológico, hasta granjas de caracoles comestibles también biológicos.
En esto casos, al no interferir ningún químico, los sabores y aromas son más auténticos, y a nivel sanitario pueden ser más saludables por la no existencia de esos componentes. Son éstas razones poderosas para consumir estos productos ecológicos. Pero lo que no está demostrado es que a nivel nutricional sean mejores.
Promoción ecológica
El hecho de que haya aumentado el consumo de alimentos ecológicos y su oferta se debe a una mejora en la cantidad y calidad de la información sobre la misma. Uno de los canales que más contribuyen a expandir esta alimentación a todos es la existencia de mercados locales y ferias donde se pueden comprar, probar y, por tanto, conocer directamente los alimentos ecológicos y sus virtudes. Una de las ferias más importantes es Biocultura, con tres ediciones anuales en Madrid, Barcelona y Valencia. El éxito de ésta es mayor cada año, tanto de convocatoria de productores como de afluencia de público.También Internet ha hecho que esta alimentación sea más cercana a todo tipo de públicos. Aunque los canales tradicionales de venta de alimentos ecológicos siguen su andadura, como las cooperativas de consumo ecológico, las tiendas online que los ofertan son cada vez más pudiendo ser adquiridos por cualquiera. De igual forma, los chefs de los denominados restaurantes kilómetro 0, impulsores del Slow Food y de la agricultura y ganadería ecológicas locales, tienen el compromiso de informar de estos principios a sus comensales, aumentando así los canales de información.
Teniendo en cuenta que incluso en supermercados podemos encontrar ya secciones con productos ecológicos, podemos decir que el auge de la demanda de esta alimentación ecológica será aún mayor en pocos años. Dejará de ser una opcion minoritaria y será vista por todos los ciudadanos como una alternativa más asequible y cercana.
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Imágenes: primera, Zak Greant/Flickr; segunda, IvanWalsh.com/Flickr; tercera y cuarta, facilisimo.com; quinta, stlbites.com/Flickr.