Se trata de unos panecillos dulces que se crearon en 1920. El coste de sus ingredientes hacía que sólo los hogares con recursos pudieran permitirse hacerlos y hornearlos.
En la actualidad se considera una de las especialidades de las reposterías de Estados Unidos y del norte de Europa. Por ejemplo, en Suecia se conocen con el nombre de Kanelbulle y su origen se lo disputan Suecia y Finlandia.
De hecho, cuando le dije a mi hermano que iba a publicar esta receta se alegró de que compartiera una receta finlandesa y yo le dije que no, que era sueca. Pero me confirmó que él había estado viviendo en Finlandia y era un dulce de allí, no del país vecino. Sin embargo para mí, siempre será un dulce sueco.
Los ingredientes que vamos a necesitar son:
Para la masa:
125 g de mantequilla
500 ml de leche
50 g de levadura fresca
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de cardamomo
150 g de azúcar
1 kg de harina
Para el relleno:
125 g de mantequilla
125 g de azúcar
3 y 1/2 cucharadas de canela
Para hacer los rollitos
harina
1 huevo
La mantequilla que vamos a utilizar es sin lactosa.
Preparación:
Lo primero que vamos a hacer es preparar la masa, para ello, en una olla derretimos la mantequilla y a continuación le agregamos la leche y dejamos al fuego durante unos minutos, justo para que coja temperatura pero sin que esté muy caliente. No debe llegar a ebullición.
En un bol desmenuzamos la levadura y añadimos la sal. Agregamos un poco de leche con mantequilla caliente y disolvemos la levadura. Incorporamos el resto de la leche con mantequilla y mezclamos bien.
Añadimos el cardamomo y el azúcar y removemos hasta que el azúcar se disuelva.
Por último, le echamos la mitad de la harina y removemos hasta que se haya integrado bien. Se agrega el resto y volvemos a remover. Yo suelo terminar amasando con las manos hasta que la harina quede bien integrada. Ahora dejamos reposar durante 40 minutos tapando el bol con un trapo limpio.
Mientras esperamos a que la masa repose vamos a preparar el relleno de los rollitos, para ello, en un cuenco echamos la mantequilla y la aplastamos con un tenedor o cuchara. Cuando la mantequilla esté blanda, le añadimos el azúcar y la canela y removemos bien hasta conseguir una crema homogénea.
Una vez hayan transcurrido los 40 minutos, veremos que la masa ha duplicado su tamaño y ya está lista para usarla.
Precalentamos el horno a 250ºC con calor arriba y abajo.
Espolvoreamos harina en la superficie de trabajo para que la masa no se pegue y sea más fácil de trabajarla.
Cortamos la masa en dos.
Cogemos uno de los trozos y los extendemos con ayuda de un rodillo hasta conseguir una capa fina de masa.
Ahora echamos sobre la masa la mitad del relleno y extendemos con ayuda de una espátula. El relleno va a dar aroma, sabor y color a la masa además de servir de pegamento para los extremos.
Una vez hayamos extendido el relleno, cogemos un extremo y enrollamos hasta el final.
A continuación cortamos en trozos, intentando que sean del mismo tamaño, aunque si son diferentes darán un aspecto de ser más caseros.
Colocamos un papel de hornear sobre una bandeja de horno. Cogemos un trozo, lo colocamos sobre la bandeja y lo aplastamos un poco con la palma de las manos. Hacemos lo mismo con el resto.
Tenemos que tener en cuenta que los rollitos van a aumentar de tamaño, por lo que no debemos de colocarlos muy juntos.
Batimos un huevo y con una brocha pintamos los rollitos. Ya están listos para meternos en el horno.
Colocamos la bandeja a una altura media-alta y horneamos durante 9 minutos.
Mientras vamos a preparar la otra mitad de la masa siguiendo los mismos pasos que hemos hecho con la anterior.
Transcurrido el tiempo de horneado sacamos la bandeja del horno y metemos la otra con la que acabamos de terminar.
Presentación:
Lo vamos a servir en una fuente o pie de tarta. Espolvoreamos un poco de azúcar glasé y listo.
Así quedó la mesa para la celebración del cumpleaños de Monsieur Accidents. ¿Qué os parece?
Bon appétit!!!