Pues bien, yo me encuentro en esta fase, pero lo peor de todo no es que mi niño no coma nada, insisto NADA, de verdura y que todo lo que proviene de la tierra le genere una tremenda reacción alérgica como si de un guiso hecho a base de caca de caballo se tratase, no señor, lo peor es que mi niño en cuestión tiene ya 28 años. Si amigos, 28 añazos! y no es mi hijo si no mi novio. En teoría me lo vendieron como si comiese hasta coles de bruselas salteadas con brocoli y la realidad es que el muchacho no puede ni ver (ya ni mencionemos probar) el tomate, obviamente de otras cosas verdes (que no sean billetes) ni hablamos.
Por tanto poco a poco me estoy convirtiendo en una experta en el ocultismo. Igual que aquellas madres que hace tiempo veía como superheroinas, como mujeres de otro planeta con súper poderes, y súper paciencia por soportar los berrinches antiverduras de sus hijos y por lograr que se comiesen todo el contenido del plato, yo estoy empezando a dominar este arte y sin niño de por medio. Lo bueno de todo esto es que cuando mis futuros hijos intenten rechistar y quejarse por el consumo masivo de verdura, ni siquiera se darán cuenta de que en su plato hay cosas verdes.
Una vez exteriorizada mi queja hacia la gente antiverdura y mi admiración hacia las madres con super poderes, os voy a contar con orgullo mi receta donde con mucho amor y sigilo logré esconder espinacas (así es, espinacas ni más ni menos, me marqué un all in en toda regla) y el resultado fue un plato de lo más elogiado y realmente delicioso: Rollos de pollo rellenos de pavo, queso y espinaca con salsa de mostaza y setas.
Os la cuento!
Ingredientes para 2 personas:
Para los rollos de pollo:
6 Pechugas de pollo filetadas finas
1 bolsa de espinacas frescas
25 gr de pavo en láminas (2 o 3 lonchas)
25 gr de queso gouda o havarti light en láminas (3 lonchas)
30 gramos de requesón o queso fresco
Palillos
Para la salsa:
1 brick de nata (crema de leche) para cocinar pequeño (también se puede usar leche evaporada para hacer el plato más ligth)
1 cebolla picada
Champiñones o setas (yo utilizo el salteado de setas congelado de Mercadona)
Mostaza
La receta paso a paso:
Poner a hervir las espinacas, cuando esten listas, retirar del fuego, colarlas y dejarlas enfriar. Para que enfríen más rápido, os recomiendo que una vez que las tengáis en el colador, le echéis encima agua fría o incluso le pongais varias piedras de hielo.
Una vez que las espinacas estén frías, escurrir bien el agua. Podéis hacer bolitas de espinaca con la mano y apretarlas fuerte hasta q notéis que no les queda nada de agua.
Picar todos los ingredientes: pavo, queso gouda (o havarti si hemos elegido la opción light), queso freso o requesón y espinacas y mezclarlos bien en un cuenco.
A la mezcla de ingrediente le incorporamos sal, pimienta y orégano al gusto.
Colocar las pechugas de pollo una a una sobre una tabla y poner encima un par de cucharadas (dependiendo del tamaño del filete) del relleno que previamente hemos preparado.
Con mucho cuidado hacer rollos con la pechuga de pollo sin que se salga el relleno. Si hemos puesto demasiado relleno, también podemos hacer saquitos o sobres.
En un cacerola ponemos un par de cucharadas de aceite una vez que esté caliente sellamos las pechugas de pollo, es decir, las metemos en la cacerola y dejamos que se vayan dorando por todos los lados.
Una vez que las pechugas de pollo están doradas, retirar del fuego y reservar mientras preparamos la salsa.
Para hacer la salsa, en la misma cacerola que utilizamos para sellar los rollitos, incorporar la cebollita picada y sofreimos a fuego medio.
Cuenado la cebolla esté pochadita (blandita y transparente), incorporar las setas y condimentar al gusto con sal, pimienta y oregano.
Yo para darle un sabor más intenso, también le pongo una pizca de chimichurri seco, es decir, el conjunto de especias secas que se utilizan para hacer la famosa salsa argentina, no es fácil conseguirlo pero en las tiendas de productos latinos seguro que lo encontráis. Os aseguro que merece la pena incorporarlo a vuestra cocina ya que dará muchísimo sabor a vuestros platos.
Cuando el sofrito de cebolla y setas esté hecho, bajamos el fuego e incorporamos la nata (crema de leche) o la leche evaporada e integramos con el resto de ingredientes y removemos.
Tras dos minutos removiendo la salsa a fuego bajo, incorporamos la mostaza al gusto. A mi me gusta ponerle bastante (4 o 5 cucharadas soperas) ya que me encanta su sabor, pero al tratarse de un sabor fuerte, lo mejor es ir echando poquito a poco e ir probando hasta que demos con el punto perfecto para nuestro paladar. Para aquellos que queráis ocultar el sabor de la espinaca, tened en cuenta que la mostaza es un sabor que predomina sobre los demás.
Cuando la salsa ya tenga todos los ingrediente completamente integrados, incorporamos en la cacerola los rollitos de pollo que previamente habíamos sellado y reservado.
Dejamos que terminen de cocinarse durante aproximadamente 8/10 minutos a fuego suave y removiendo de vez en cuando para que la salsa no se pegue al fondo.
Cuando ya esté listo, retiramos del fuego y dejamos reposar en la cacerola durante 3 o 4 minutos y posteriormente emplatamos y….. a comer!!!
Como veréis nuestro rollito de pollo no parece que tenga escondido un puñadito de espinacas, seguro que le encanta a niños y adultos reacios a lo verde! y encima podemos elegir una versión más ligera! qué os parece?
Besitos!
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