Una frase hecha. Como la de más vale prevenir que curar
Escuchar atentamente. Que ningún gesto le delate
Que nada haga pensar que está juzgando a quien tiene enfrente
Que nadie pueda intuir qué piensa
Palabras apocadas. Palabras entrecortadas. Palabras atropelladas. Lágrimas. Palabras a borbotones. Sin palabras
Y él ahí, impasible y a la vez comprensivo. Interesado pero sin esperar nada. Animando pero sin exigir
Componer las historias. Todas diferentes y todas iguales
Recomponer cachitos de vidas
Pero como nadie se cura en salud...
Llegan demasiado descompuestos. Demasiado por reconstruir
Aunque también es más fácil cuando han tocado fondo. Ya no se puede seguir bajando, solo queda enseñarles a que tomen impulso, que la salida está hacia arriba. Dirección única
Concentrarse. No distraerse
Aunque es tan sencillo perderse en el color de las paredes, en las lágrimas que caen, en las manos estrujando un pañuelo
Él también quiere que le escuchen. ¿Quién lo escucha a él? ¿Con quién puede desahogarse?
La vida de los demás es la suya propia
Historias de dolor, de soledad, de abandono, de hastío
Y un día estallan. Gritos de ahogos, lágrimas
Él sería como los que se sientan y callan. No salen las palabras
Todos saben que deben salir. Solo ellos lo pueden hacer. Solos. Por si mismos
Pagar a un extraño para que comprendan sus vidas. Para poder hablar lo que no se atreven a hablar con los suyos
Todos tienen miedo al psicólogo, a pesar de que con él se sienten a salvo
Nadie quiere volverse loco. Todos quieren aparentar ser felices, normales. Iguales al resto
Ser lo que no son, eso les lleva a su consulta
Y cuando se dan cuenta que ya no pueden seguir fingiendo, se descomponen en cachitos
Y él está ahí para recibirles con un apretón de mano suave, una sonrisa suave y esperando escucharles
Cuando les da su diagnóstico, ellos sonríen, entienden y aceptan que pueden curarse
Él sonríe, entiende y acepta que puede curarse, también
En cinco minutos llegará su próximo paciente
¿Será este paciente más parecido a él que el que se acaba de marchar?
Ojalá, así con dos sesiones habrá terminado su ayuda
INGREDIENTES
1 lámina de hojaldre
Olivas negras sin hueso
Tomate frito
Queso Parmesano
Albahaca fresca
Piñones
ELABORACIÓN
Picar las olivas negras
Extender la lámina de hojaldre
Cubrir casi todo el hojaldre de tomate frito
Poner las olivas por encima
Añadir un puñado de piñones
Añadir unas cuantas hojas de albahaca cortadas por encima
Añadir queso parmesano por encima
Enrollar el hojaldre como si fuera un tubo
Cortar con un cuchillo en unos 8 trozos
Colocar los rollos en un molde, con la parte abierta hacia arriba
Menú Horno 20
Pasados 10, colocar la Tapa Horno 10 hasta dorar al gusto
Receta adaptada de Los caprichos de Gordor
Consejos de La Farsa
*Antes de sacar la masa de hojaldre de la nevera, preparar todos los ingredientes
Lo que me ha ocurrido es que la he tenido fuera de la nevera demasiado tiempo y me era muy difícil manejarla.
Si os ocurre, volver a meter en la nevera hasta que se endurezca un poco