Pero cuando me fui a España este verano, buscando lecturas para las vacaciones me volví a encontrar con él en el Kindle, y decidí cargar el resto de la saga por aquello de que nunca se sabe… con tan mala suerte que se me olvidó una bolsa en casa y cuando llegué allí me di cuenta de que era en la que viajaba mi amado Kindle y (¡oh, cielos!) uno de mis múltiples estuches de maquillaje.
Lo del maquillaje lo solucioné rápidamente pasándome por el Mercadona y el Kiko a la media hora de haber pisado suelo patrio (que además los cosméticos de Deliplus y de Kiko aquí en Holanda no existen, así que algo habría caido igual). Lo del Kindle me fastidió más, pero cargué el app para el iPad y así me fui apañando (aunque si se puede elegir, donde esté el Kindle no hay color…). Y no sé si fue el cambio de clima, la falta de rutinas o la ociosidad de las vacaciones, pero confieso que me quedaba hasta las 2 y las 3 de la mañana leyendo en plan friki total. Un día que ya de por sí me acosté tarde, creo recordar que a las 7 de la mañana decidí dejar a Lady Corazón de Piedra y cerrar las persianas ya. Y para superar la muerte de Khal Drogo, creo que tuve que tomarme un Kit Kat blanco a las 3 de la mañana mientras respiraba hondo y contaba hasta diez.
Una vez en Holanda me he puesto a ver la serie, pero me suele pasar a menudo que después de leer un libro las series ya no me enganchan tanto. Total, ya se sabe lo que va a pasar. Y también me da la impresión de que sin haber leído el libro previamente es bastante difícil seguir la serie, o quizás eso es cosa mía porque ya lo veo desde una perspectiva “adulterada”. Aún así, yo sigo viendo capítulos aunque ya no con tanta fruición como cuando me leí los libros. Además ahora entiendo la gracia de ciertas cosas que antes me pasaban desapercibidas si me las cruzaba por la calle.
Por cierto, una curiosidad es que aunque la saga literaria se titula Canción de Hielo y Fuego y el título Juego de Tronos corresponde solo al primer libro, la serie televisiva se titula Juego de Tronos, en general. Es una chorradita, pero yo como estaba medio ofuscada metiéndome las lecturas en vena y luego encima me puse a la serie, tardé en darme cuenta. Ya nada será lo mismo cuando los próximos meses me suelten un “se acerca el invierno”. Aunque supongo que ya será más dificil que alguien me comente en la cola de la panadería que “el miedo hiere más que las espadas”… Lo dicho, ¡friki total!
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