¿Qué? ¿Aún no os he convencido? Pues seguid leyendo.
Si bien el salmón es conveniente hacerlo en el momento, al estar hecho al horno, nos da libertad para ir haciendo otras tareas o, si tenemos invitados, podemos ir haciendo otros platos. De hecho, yo lo he preparado alguna vez para las fiestas navideñas y me ha permitido recrearme con el aperitivo.
Así que, si os gusta el salmón y el contraste de lo dulce con lo salado, este es vuestro plato, no lo dudéis. En esta ocasión, lo he servido con patatas como guarnición, pero es bastante versátil, podéis cortar hojaldre con la forma que os apetezca y ponerlo en el plato, le queda muy, muy bien.
¿Preparados? Pues vamos allá...
Ingredientes (para 4 personas):
4 trozos de lomos de salmón
el zumo de dos mandarinas o una naranja
2 cucharadas generosas de azúcar
sal, pimienta, aceite de oliva y romero para aderezar
Elaboración:1) Precalentamos el horno a 200ºC.
2) Disponemos los lomos de salmón en una bandeja y aderezamos con sal, pimienta, romero y aceite de oliva.
3) Horneamos durante 20 minutos aproximadamente (dependerá del tamaño de los lomos y de vuestro horno). Id vigilando, si nos pasamos, nos quedará seco y si lo dejamos poco tiempo, quedará crudo.
4) Mientras se hace el salmón en el horno, ponemos el zumo en un cazo a fuego medio-bajo junto con el azúcar, removiendo de vez en cuando. Dejamos reducir un poco y retiramos del fuego. (En mi vitro, estuvo unos 5-6 minutos al número 5).
5) Servimos el salmón en un plato, en este caso, como guarnición preparé las patatas Hasselback que publiqué hace algunos meses. Ponemos el almíbar en una salsera de modo que cada comensal se ponga la cantidad que desee. A disfrutar!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Sandra
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