Salmorejo andaluz: el origen de la receta
Dada la baja dificultad para obtener los ingredientes (tomates, ajo, pan, aceite de oliva y sal) a través de los que se prepara el salmorejo cordobés, podemos decir que se trata de una receta de origen humilde que se popularizó en Andalucía, más concretamente en Córdoba, de ahí su nombre: salmorejo cordobés (aunque en algunas zonas es conocido como salmorejo andaluz).
De hecho, muchos de los pueblos de Andalucía elaboran sus propias versiones de esta sopa fría. Prueba de ello son la Porra antequerana (Málaga), el Carnerete (también cordobés), el Salmorejo rondeño y otros tantos
Como curiosidad, os contamos que el salmorejo en sus orígenes era de color blanco. Esta crema adquirió un color rojo gracias a la incorporación en el siglo XX del tomate como uno de sus ingredientes principales.
Por último, no podíamos iniciar nuestra receta de salmorejo fácil y delicioso sin comentar las posibilidades del salmorejo en la cocina. Y es que además de utilizarse como un primer plato, esta crema fría puede emplearse perfectamente en tostas, como por ejemplo en la base de un pan tumaca, acompañante de una tortilla de patatas española y también en guisos de carnes de caza menor como el conejo. Si todavía no habéis probado el conejo en salmorejo, esta puede ser la ocasión perfecta para hacerlo.
Ingredientes para un salmorejo cordobés perfecto
1kg de tomates rojos que estén maduros
200 gramos de pan (si puede ser del día anterior mejor)
150 ml de aceite de oliva virgen extra
1 diente de ajo (o medio, según tus preferencias)
1 pizca de sal
1 huevo duro
100 gramos de jamón en taquitos
Si habéis echado de menos el vinagre en esta receta, tenemos que deciros que la receta original de salmorejo no lleva vinagre. Precisamente por esta razón, nosotros no lo hemos incluido como ingrediente.
Consejos y trucos para preparar tu salmorejo cordobés
Antes de comenzar nuestra elaboración de salmorejo, tenemos que prestar especial atención en la elección delos ingredientes. Como hemos comentado anteriormente, a pesar de que se trata de un plato realizado a través de elementos económicos y fáciles de encontrar en cualquier establecimiento de venta, el éxito de su sabor va a residir en la buena calidad de sus ingredientes.
En este sentido y para no equivocarte en la elección de los mismos, debes fijarte bien en los siguientes aspectos:
Tomates: procura que estén maduros (ojo, no pasados) y de un color rojizo en lugar de verdoso. Nosotros nos decantamos siempre por los tomates pera, que son los perfectos para elaborar cualquier tipo de salsa.
Pan: debemos seleccionar un tipo de pan que tenga bastante miga, ya que el pan es lo que le va a proporcionar la textura tipo puré a nuestro salmorejo. Además, si el pan puede ser de 1-2 días anteriores, mejor que mejor.
Ajo: Al incorporar el ajo crudo en el majado, éste puede repetirnos. Para evitarlo, os recomendamos abrirlo a la mitad y quitarle de su interior la parte verde (corazón). Tened en cuenta que si no sois amantes del ajo, en lugar de incorporar un diente a vuestro salmorejo, os recomendamos que sólo lo hagáis con medio.
Aceite de oliva: optar siempre por un buen aceite de oliva virgen extra para elaborar vuestro salmorejo. Si podéis elegir, que sea el tipo más suave.
¿Cómo hacer salmorejo fácil paso a paso?
Después de que todos los consejos anteriores nos hayan dado las claves para conseguir el salmorejo cordobés perfecto, vamos a detallar la receta paso a paso:
En primer lugar comenzamos lavando los tomates, los pelamos (para dejarlos sin piel) y le quitamos todas las impurezas que tengan. A continuación, los trituraremos.
Pasamos la salsa por un chino para eliminar los restos de semillas y otros trocitos de piel que se hayan podido quedar. Así nuestro salmorejo tendrá una textura limpia y sin cuerpos molestos.
Añadiremos a esta salsa de tomate los 200 gramos de pan (en trocitos). Dejaremos reposar alrededor de 15 minutos para que el pan pueda empaparse bien y después, con ayuda de una batidora, trituraremos de nuevo la mezcla.
El siguiente paso es añadir al majado el diente de ajo (o medio según tus preferencias, recuerda quitarle la parte verde para que no repita) y el aceite de oliva virgen extra. Os recomendamos que en lugar de añadir los 150 ml de aove del tirón, lo vayáis haciendo poco a poco, de manera paulatina mientras continuamos batiendo. De esta manera conseguiremos que nuestro salmorejo emulsione y obtenga un cuerpo bastante interesante.
Lo probaremos y veremos cuál es su punto de sal. Si veis que os ha quedado un poco soso, podéis incorporar una pizca de sal (alrededor de 5 gramos).
Por último, emplataremos nuestro salmorejo cordobés, espolvoreando por encima los trocitos de huevo cocido y los taquitos de jamón a nuestro gusto.
Os recomendamos que tras estos pasos, metáis vuestro salmorejo directamente al frigorífico para que vaya adquiriendo una temperatura más baja y a la hora de servir lo hagamos bien fresquito. ¡Con las temperaturas altas cómo se agradece una sopa fría!
Si os ha gustado la receta, hacérnoslo saber comentando este post. Si vosotros tenéis vuestra propia receta de salmorejo cordobés y queréis compartirla con nosotros, os invitamos a hacerlo a través de la cajita de comentarios que encontraréis tras este artículo. Como siempre, nos encanta recibir vuestras ideas, recomendaciones y sugerencias.
¡Y ahora toca chuparse los dedos gracias a este salmorejo cordobés! ¡Buen provecho!
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