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¡Una salsa puede hacer la diferencia!
La salsa es todo un clásico en la repostería. Además, es el complemento perfecto para acompañar algunos postres con el fin de acentuar más el sabor. Son de fácil preparación y pueden dar una presentación única en ese plato lleno de dulzor.
Salsas frías
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Para realizar salsas fríasse emplean ingredientes como frutas, almíbar, jugo (zumo) y licor. Estas siempre se sirven frías y por lo general se les incorpora crema batida para dar ese hermoso contraste. Como ejemplo está el coulis, salsa de cítricos, salsa de cerezas con vino tinto, entre otros.
Salsas calientes
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Se hacen a base de almíbares o jugos (zumo) de frutas. También pueden prepararse con leche, huevo, chocolate, cajeta, caramelo, café y dulce de leche por mencionar algunos. Incluso las hay cremosas, las cuales llevan de fondo la crema inglesa. Dentro de esta clasificación se encuentran la salsa de chocolate, salsa de caramelo, salsa de ron, salsa de frutos rojos, etcétera.
Quizás en lo que menos se presta atención del postre es en su acompañante. Pero es la salsa la que muchas veces va a ayudar a darle ese toque extra de sabor. Así que bien vale la pena empezar a crear mezclas fabulosas para que esos bocados dulces sean toda una explosión de sabor.
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¿Ya pensaste con cuál salsa vas a sorprender a los tuyos? ¿Cuál es tu salsa favorita?
Este post pertenece a placerporlodulce.blogspot.mx, autora Eri