El pasado 13 de Junio, asistí a un Picnic Urbano organizado por Margot y como bien sabéis, cada uno de los asistentes teníamos que llevar un plato, dulce o salado para poder hacer el picnic entre todos.
Apuré hasta el último momento, ya que últimamente aunque tenga tiempo libre, ese tiempo libre lo ocupo casi al completo e incluso me faltan horas con todos los preparativos para la llegada de mi Ían.
Días antes había hecho unos rollitos chinos y me sobró mucha pasta, así que decidí aprovecharla para no tener que tirarla, ya que estaba congelada y ya la había descongelado toda.
Quería hacer algo sencillo y no muy complicado, y rebuscando en el recetario de mi querida Cuisine Companion, encontré esta rica receta.
No sé si conocéis el aparato en cuestión, pero yo desde que la tengo, estoy encantada. En un mismo aparato puedo hacerlo todo y la verdad es que para mis táperes me va súper bien, porque puedo cocinar algún plato en la Cuisine y otro en el fuego y así adelanto muchísimo y ahorro mucho tiempo. Además, me ahorro el tener que estar mezclando que aunque no lo parezca, yo soy muy muy flojucha de brazos y a la mínima que haga un poco más de esfuerzo del habitual, ya tengo una especie de agujetas que no lograré comprender nunca.
Cambiando de tema estrepitosamente, ya por fin ha llegado el verano. Con el verano parece que todos nuestros problemas o preocupaciones los podamos solucionar tumbados en la arena de la playa o bien en la terraza de algún bar. ¡Si es que me encanta el verano! Ya sabéis que soy más de verano que de invierno y que cuando se acaba el verano, ya estoy contando los días para que vuelva a empezar.
Pues bien, mis amigos de Westwing han publicado un post muy interesante con los must-haves del verano, en temas de moda, comida, decoración o música. Podéis ver su entrada aquí. Yo me muero de ganas por probar el cava con sorbete de limón o el salmorejo que me chifla, pero tendré que esperar dado a mi estado ¡Seguro que os da muchas ideas para disfrutar a tope del verano!
Y después de mi enrollamiento habitual (perdonad), ya voy con la receta.
INGREDIENTES (20 samosas aproximadamente):
Para aquellos días de picnic con la familia o amigos.
250 gr. pechuga de pollo.
1 cebolla.
50 ml. de aceite de oliva.
1 cucharadita de curry en polvo.
1 poco de jengibre fresco picado o 1 pizca de jengibre molido.
100 ml. de tomate frito.
10 ramas de cilantro.
6 láminas de pasta para rollitos chinos o bien de pasta filo.
Sal.
Pimienta.
Como os he comentado antes, yo las hice con la Cuisine, pero sin Cuisine lo podéis hacer igual en una olla o sartén profunda.
Pelamos la cebolla y partimos en 4 trozos, quitando el centro de la cebolla. Agregamos el jengibre también al bol en el caso que usemos jengibre fresco. Con la cuchilla Ultrablade, picamos a velocidad 11 durante 10 segundos. Sin Cuisine, picamos la cebolla y el jengibre bien picaditos.
Sustituimos la cuchilla por el accesorio mezclador. Añadimos el curry y el aceite y lo ponemos en el programa cocción lenta P1 a 130ºC durante 5 minutos, quitando el tapón. En la olla o sartén, añadimos el aceite y ponemos la cebolla y el jengibre picados y el curry, y sofreímos durante 5 minutos a fuego fuerte.
Mientras, cortamos el pollo en dados. Los añadimos a la preparación junto con el tomate frito. Programamos cocción lenta P3 a 95ºC durnate 10 minutos. En el fuego convencional, añadimos el pollo y el tomate frito y dejamos a fuego medio durante 1o minutos, removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue.
Lavamos bien el cilantro y picamos. Al final de la cocción, lo añadimos a la preparación, salpimentamos y mezclamos hasta que se integre todo bien. Si vemos que nos ha quedado muy líquido, podemos colar la mezcla, para que nos sea más fácil hacer las samosas.
Dividimos las láminas de la pasta en tres tiras más o menos. Tienen que quedar rectangulares y alargadas.
Vamos formando los triángulos. Ponemos una cucharadita de café de la mezcla en una esquina. Mojamos con el dedo los laterales de la pasta para que a medida que vayamos doblando para formar los triángulos, se vayan pegando. Si vemos que no se pega bien, con el dedo ponemos más agua y apretamos. Ya veréis como se pega.
Vamos doblando en triángulo hasta cerrarlo completamente.
Para cocinar las samosas tenemos dos opciones. O bien freírlos en abundante aceite (que es lo que yo hice) o bien en el horno a 150ºC con un papel de horno en la bandeja para que no se nos pegue.
Es ideal para llevar de picnic o en el táper, eso sí, os recomiendo que no las calentéis ya que si no, se quedarían más blanditas aún. Lo ideal es comerlas al momento de hacerlas para que estén crujientes, pero a veces no se puede si nos las llevamos al trabajo o a alguna celebración o picnic. Frías están buenas también. Os animo a que las probéis y me contéis qué tal
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