INGREDIENTES (2 personas)
4 rebanadas de pan (libre elección)
4 filetes de pollo finitos
1 huevo duro
Rúcula (canónigos, lechuga, espinacas frescas...)
Ajo en polvo y perejil
Sal, pimienta y aceite de oliva
Salmorejo (aquí receta)
Tiempo: 10 minutos (con el salmorejo ya hecho)
Seguimos con nuestras cenas a cámara rápida. Un concepto que te ayudará a cocinar a toda velocidad en esos momentos de pereza extrema. Hoy nos lanzamos con un invento de sándwich. Aprovechamos que se ha hecho salmorejo para un regimiento (con 1 kg de tomates) y probamos nuevas formas de darle salida, uso y, sobre todo, sabor. Este sándwich supone una mezcla de ingredientes, una película con dos protagonistas bien distintos que vivirán un romance casi imposible. El final... maravilloso. Todo un éxito de público que ven sus ansias de un "happy end" de la pareja totalmente colmadas. Silencio...se cocina. ¡Mandiles arriba!
1. Tardaremos en preparar la cena lo que tarda un huevo en cocer. O sea, 10 minutos. Sacamos el huevo de la nevera para que coja temperatura ambiente y evitar así que se rompa durante la cocción. Ponemos agua con un poco de sal al fuego y cuando hierva echamos el huevo y contamos 10 minutos.
2. Limpiamos bien los filetes de pollo de posibles telillas y nervios y los salpimentamos bien. En una sartén con un poco de aceite los vamos friendo.
3. Espolvoreamos un poco de ajo en polvo y perejil por la cara ya dorada. No nos interesa que se queme con el aceite. Que luzcan sus colores originales...
4. Tostamos las rebanadas de pan en una tostadora o en una plancha. Lo justo para que queden bien crujientes pero sin pasarnos. El negro no es un color especialmente llamativo en la cocina...
5. Refrescamos el huevo y lo pelamos con cuidado. Lo cortamos en rodajitas.
6. Montamos el sándwich. Untamos una rebanada con el salmorejo y colocamos encima las tajadas de huevo cocido. En el otro pan ponemos el pollo y un poco de rúcula. Fácil, ¿me equivoco?
7. Nos atamos una servilleta al cuello y zampamos con calma. Saboreando cada bocado, que la prisa solo la tenemos cocinando, no cenando. ¡Que aproveche, hitchcookianos!