Vaya nombre tonto que le he puesto a esta receta, de verdad, pero bueno, puesto queda. Realmente son unas barritas de pan crujiente con mucho aceite de oliva y semillas de sésamo e hinojo. Podemos tomarlos como aperitivo con una cervecita, para comer Humus, en fin, para lo que se os ocurra.
Parecido a estos se hacen en Valencia y le llaman Rosquilletas, o algo similar. Que me perdonen los valencianos si no es muy correcta la grafía, no hay sarcasmo ni nada parecido, mi mujer y la mitad de su familia es de Gandía, así que mi mayor respeto por aquella tierra.
Necesitaremos:
200 g. de harina de fuerza
50 ml de aceite de oliva virgen extra
70 ml de agua tibia
20 g. de levadura fresca de panadero
2 cucharaditas de sal
2 cucharaditas se semillas de sésamo blanco y un poco más para la superficie de los snacks
1 cucharadita de semillas de hinojo
Precalentamos desde el principio nuestro horno a 50ºC para usarlo de cámara de fermentación. Ahora empezamos a mezclar en un bol todos los ingredientes menos los líquidos y las semillas. Integramos la levadura frotándola con la harina y las manos. Una vez hecho esto, añadimos el aceite y luego, poco a poco, el agua tibia. Como a 30ºC, a la temperatura a la que le daríamos un biberón a nuestro bebé. Cuidado, que podemos cargarnos las pobres levaduras. Conseguiremos una masa plástica pero firme.
Ahora añadiremos las semillas y pondremos la masa en la encimera con un poco de harina sobre esta, y amasaremos hasta integrar las semillas en la masa. Pasaremos al bol, taparemos, meteremos en el horno y dejaremos fermentar hasta doblar su tamaño.
Sacamos del horno y ponemos este a 160ºC, por arriba y por abajo. Mientras iremos fabricando nuestros snacks. Haremos churritos de un dedo de grosos y unos 10 o 15 cm de largo y luego los aplastaremos con los dedos y los colocaremos en la placa de horno con papel de hornear. Taparemos 15 minutos.
Una vez alcanzada la temperatura del horno, colocaremos con los dedos unas semillas más de sésamo, rociaremos nuestros snacks con un pulverizador de agua y los meteremos en el horno. Los pulverizaremos como 3 veces durante la cocción. Esto favorecerá que nos queden crujientes. A los 25 minutos colocaremos el horno a 180ºC y con ventilador durante 5 minutos más, para que nos queden dorados y deliciosos.
Sacaremos, y pondremos en una rejilla. Una vez más la magia volvió a ocurrir. Una verdadera delicia. Mi familia disfrutó de lo lindo con ellos. Así que solo me queda deciros lo de siempre: Besos a todas, a todos, a., en fin, besos, siempre muchos besos.