Sopa de pollo casera.
La sopa de pollo que vamos a explicar hoy está sencillamente deliciosa. Nos vale tanto para una dieta blanda como para un primer plato de una cena para toda la familia. Es muy sencilla de hacer y muy saludable.
Para cuatro personas necesitaremos:
Una carcasa de pollo (yo utilizo de corral).
Un puerro (solo la parte blanca).
Dos zanahorias hermosas (unos 200 gr.)
Una cebolla grande.
Unas ramitas de perejil.
En una olla ponemos todos los ingredientes, la carcasa de pollo, el puerro blanco bien limpio (yo lo pongo entero), las zanahorias lavadas y peladas (también enteras), la cebolla bien lavada y en una pieza, y el manojo de perejil (puedes atarlo para que no se deshaga). Ponemos un poquito de sal y cubrimos con agua. Si lo hacéis en olla podéis utilizar el método tradicional (entre dos y tres horas de cocción a fuego medio) o el rápido (en olla express o en Thermomix). En medio de una crisis de gastroenteritis yo utilizaría el segundo medio por razones evidentes. En olla express con media hora al fuego es suficiente. Cuando la sopa esté lista, rectificamos de sal, colamos el caldo y desgrasamos. Trituramos la verdura y echamos dos o tres cucharadas soperas del puré resultante al caldo, para que le dé color y sabor y movemos bien. Si tenemos tiempo, terminaremos de enfriar el caldo en el frigorífico para poder desgrasarlo mejor. Si no, a temperatura ambiente, lo desgrasamos antes de calentar.
Esta sopa está deliciosa así, sin más, como consomé, o con los restos del pollo cocido y un huevo duro picado. Si no la preparáis para una dieta blanda podéis añadirle unos cuadraditos de pan frito. ¡Qué rica! Ahora, para la dieta blanda unos fideos finos o media taza de arroz sí podéis añadirle para que tenga más “sustancia” y sea menos monótona tomarla, sobre todo los primeros días.
Compota de manzana.
La manzana asada y la compota son unos de los imprescindibles en toda dieta blanda que se precie. La compota está muy rica y es de fácil digestión, por lo que es ideal también para los niños. La preparación no puede ser más fácil y rápida: elegimos unas manzanas hermosas (yo prefiero las “golden”, pero podéis emplear las que queráis). Las lavamos bien, les quitamos la piel y el corazón y las cortamos en ocho gajos. Los colocamos en una fuente para microondas, espolvoreamos una pizca de canela molida por encima, una cucharadita pequeña de azúcar (si la dieta blanda es para mayores podríamos ahorrarnos el azúcar) y un poquito de agua (aproximadamente 20/30 ml de agua, lo suficiente para que la base de la fuente tenga líquido).
Gajos de manzana para compota. Fotografía de www.eltiovivorojo.es
Las ponemos en el microondas a máxima temperatura 3 minutos. Cuando termine el tiempo, comprobamos que la manzana esté blandita. Si no es así, volvemos a meter 1 minuto más. Si la dieta blanda es para adultos o niños con muy buena boca, podemos comer directamente así (removiendo primero los gajos para que se mezclen bien los sabores). Pero si es para niños, mejor trituramos los gajos de manzana hasta obtener una especie de mermelada (compota), que pueden comer directamente con cuchara o mezclada con yogur natural (en un vaso de cristal ponemos un par de cucharadas de compota debajo y añadimos yogur natural bien batido con una cuchara por encima). Es un postre que seguro alegra a los pobres enfermitos y que podemos hacer en un momento. De hecho, si hacemos más cantidad lo podemos guardar en el frigorífico un par de días y ahorrarnos trabajo en la cocina.
Crema de calabaza.
Cuando mis gemelos tenían cuatro meses decidí comprarme una Thermomix. Uno de los libros que me regalaron contenía recetas para bebés y niños y entre ellas venía una crema de calabaza que a mis peques les encantaba. Cuando ya dejaron de ser bebés y pudieron tomar sabores más complejos, cambié la receta de la crema de calabaza, que ahora era para toda la familia. Y les sigue encantando. Así que salvo los meses de mucho calor, el resto del año toman cremas y sopas con frecuencia. Y una de sus favoritas es esta. Así que cuando toca la temida “dieta blanda”, al menos pueden disfrutar de uno de sus platos favoritos. Esta receta puede prepararse a la manera tradicional, por supuesto. Pero primero os contaré cómo hacerla con la Thermomix. La receta base es la del libro. Luego, como siempre pasa, cada uno va introduciendo pequeños cambios para adaptarla más a los gustos de la familia.
Las cremas y purés de verdura siempre sientan bien. Fotografía de freepik.com
Los ingredientes que necesitamos son:
Un puerro (solo la parte blanca).
Dos zanahorias hermosas (unos 200 gr.).
Unos 250 gr. de patata (una patata mediana).
600 gr. de calabaza limpia y pelada, sin pepitas.
650 gr. de agua.
40 gr. de aceite de oliva virgen extra.
Sal.
Lavamos y limpiamos muy bien el puerro (solo la parte blanca) y lo partimos en dos o tres trozos. Lo ponemos en el vaso, cerramos y cortamos 5 segundos/velocidad 4. Abrimos el vaso y bajamos los restos hacia las aspas. Cerramos y añadimos el aceite de oliva virgen extra. Programamos 8 minutos/Varoma/velocidad 1/2. Mientras, lavamos y pelamos el resto de la verdura, y cuando termine el tiempo programado la añadimos al vaso, cortada en trozos medianos (la patata en cuatro trozos, la zanahoria en dos o tres…).
Fotografía de www.eltiovivorojo.es
Cerramos el vaso, añadimos el agua y programamos 30 minutos/Varoma/velocidad 1/2. Cuando termine, dejamos enfriar con la tapa abierta y cuando la temperatura baje un poco (a 80/90º) trituramos 2 minutos/velocidad progresiva 5 a 10.
Si queréis hacerlo en olla normal, rehogad el puerro en aceite hasta que se ponga transparente y añadid el resto de la verdura lavada, pelada y cortada en trozos más pequeños. Añadid sal, cubrid con agua, y dejad cocer a fuego medio hasta que la patata esté muy blandita. Luego, triturad bien con la túrmix una vez rectificado de sal.
Estas tres recetas son perfectas para resolver con nota cualquier cena, y si el médico os ha prescrito a vosotros o vuestros hijos una dieta blanda, serán grandes aliados en esos días. Espero que os hayan gustado. Cualquier duda o sugerencia, estaré encantada de responderla. Os recuerdo que podéis suscribiros al blog si queréis recibir las novedades en vuestro correo. Muchas gracias por leerme y hasta el próximo “post”.