Ingredientes para la masa:
180 grs de harina común
1cdita de polvo para hornear
1 pizca de sal
3 cdas soperas de aceite neutro
50 cc de agua fría
50 cc de agua caliente
1 pizca de pimienta blanca
Ingredientes para el relleno
2 kg de funghi “cardoncelli” y “gambe secche” o “chiodini dei prati” (*)
2 cebolla medianas
2 zanahorias
2 dientes de ajo
2 claras de huevo
80 grs de queso rallado
1 cda sopera de perejil picado
Sal y pimienta, a gusto
1 pizca de azúcar
Preparación del relleno:
Puse a rehogar las cebollas y las zanahorias con una pizca de azúcar. Cuando la cebolla se volvió transparente, agregué los hongos bien lavados de a poco, mientras revolvía para que la preparación se mezclara bien. Después les agregué el ajo, el perejil. Dejé cocinar hasta que los hongos estuvieran tiernos. Cuando apagué el gas, condimenté con sal. Luego, puse a calentar el horno a 180 grados centígrados.
Preparación de la masa:
Mientras se calentaba el horno, coloqué en un bols todos los ingredientes secos e hice un hueco en el medio; entonces le agregué las tres cucharadas de aceite, uní un poco la preparación y después le fui agregando de a poco, el agua tibia. Una vez que todo estuvo unido, dejé reposar la masa unos diez minutos. Al cabo de este tiempo, aceité una sadera y estiré bien la masa, después la puse a pre-cocinar por siete minutos sin pincharla.
Armado de la tarta:
Y mientras se cocinaba la masa, batí a punto nieve las dos claras de huevo y se las agregué al relleno muy despacio (si encuentran que el relleno está muy acuoso pueden colarlo, como hice yo); por último terminé de condimentar con el queso rallado. A este punto, la masa estaba lista. Armé la tarta y la puse a cocinar en el horno por doce minutos (la tarta está lista cuando está cocida la masa).
Esperemos que les guste porque es muy sabrosa y llena de colores, ideal para un high tea otoñal.
(*) Pueden usar el tipo de hongo que les guste; yo utilicé “cardoncelli” y “gambe secche” o “chiodini dei prati” porque fueron los que nos regalaron.