Con el buen tiempo, apetecen los postres fresquitos, ¿verdad? Pues esta tarta de mango y yogur sin azúcar, ¡veréis qué bien sienta!
Se trata de un postre muy sencillo y fácil de hacer, pero que a la vez queda muy elegante. Yo soy súper fan del mango y ya he hecho más postres con él (quizás os suenen mis vasitos de mango y yogur), pero hacía tiempo que me apetecía usarlo en una tarta.
El fin de semana pasado vinieron unos amigos a hacer una barbacoa en casa (no sufráis por mí, los vegetarianos podemos sobrevivir en las barbacoas, yo comí una hamburguesa de calabaza, berenjena y maíz a la brasa). Como se suele comer bastante en este tipo de comidas, pensé en hacer algo ligerito. Además, una de mis amigas es muy poco dulzona y ya me iba bien hacer algo así (¡y le encanta el mango!).
Quedó genial, a todos les gustó mucho y sobró muy poca – que siempre es señal de que estaba rica. Ideal para acabar la comida, vaya
La textura de esta tarta de mango sin azúcar es espectacular. Queda muy suave, muy agradable, de esas texturas finas y cremosas que se funden en el paladar. El sabor también es una pasada, sabe a mango pero muy ligero, no es algo que cueste de comer, ¡al revés!
Para hacerla menos pesada, más light y más baja en calorías y grasas, he usado mucho yogur como base. La nata montada (crema de leche) hace falta para darle cuerpo y cremosidad a la mousse, pero veréis que he puesto muy poquita.
También veréis que he innovado un poco en la base, es completamente integral con galletas y avena, y la mantequilla que he usado es light. Como es la parte que más sube en el conteo de hidratos, he intentado hacer una base finita. En la información nutricional podréis ver lo que hay en cada ración, y la verdad es que nutricionalmente es una maravilla de tarta, light y saludable.
Lo que más hincha es la base, así que no os emocionéis al cortar las raciones, que lo que se pone en el plato hay que comérselo. Luego os doy toda la info
El molde que he usado para esta tarta de mango es desmontable de 20cm de diámetro
Con este molde, me ha quedado bastante alta. Podéis usar uno de 24cm si no tenéis de 20 y os quedará genial igual, da para una buena cantidad de tarta.
La decoración es sencilla a más no poder, tampoco quería cargarla mucho. También os diré que la capa superior es opcional, podéis hacer la tarta perfectamente sin ella. Y sin más dilación, os dejo con la receta
Información Nutricional
Cada ración de 60gr de esta tarta de mango y yogur sin azúcar contiene:
86,77 kcal
8,2gr HC
Con estas cantidades, nos dará para una tarta bien hermosa de la que podremos sacar unas 24 raciones.
Ingredientes:
100gr galletas, 50gr copos de avena crudos, 50gr mantequilla light, 350gr de mango, 500ml yogur natural desnatado sin azúcar, 100ml leche desnatada, 9 hojas de gelatina neutra (18gr), 200ml nata (crema de leche) para montar (crema de leche), 1 cucharada stevia o 2 de sucralosaInstrucciones:
Trituramos las galletas junto con los copos de avena, las mezclamos con la mantequilla fundida, y cubrimos la base de nuestro molde, ayudándonos con una lengua de gato o espátula para que quede bien compacto y bien repartido. Reservamos en la nevera.Pelamos el mango y lo troceamos en daditos.
Lo ponemos en el vaso de la batidora junto con el yogur, y batimos bien. Cuanto más trituremos, menos hebritas quedarán del mango, pero es imposible que no quede ninguna así que no te preocupes. Añadimos la stevia/sucralosa y batimos un poco más.
Hidratamos la gelatina en agua fría. Calentamos la leche al microondas, escurrimos la gelatina y la disolvemos en la leche, removiendo con una cucharita hasta que no queden grumos.
Añadimos la leche con gelatina al vaso de la batidora, y volvemos a batir. Ponemos la mezcla en un bol grande y reservamos.
En un bol aparte, semi-montamos la nata (crema de leche) bien fría, hasta que haga unos ligeros picos. La incorporamos a la mezcla anterior de mango con movimientos envolventes para que no se baje.
Vertemos la mezcla de nuestra mousse de mango sobre la base de galletas y avena, en el molde, habiendo forrado previamente los bordes con tiras de acetato. Guardamos en el congelador mientras preparamos la gelatina.
Para la gelatina podéis usar la mermelada que más os guste (sin azúcar), yo he usado una casera de mango y piña, que le quedaba muy bien. Ponemos la mermelada en un bol pequeño.
Hidratamos la gelatina (5gr) en 40ml de agua fría, hasta que la absorba. Calentamos en el micro unos 30 segundos, y fundimos la gelatina, removiendo un poco. La agregamos a la mermelada y mezclamos bien. En el caso de que la mermelada tenga trocitos, como la mía, trituraremos con la batidora eléctrica. Vertemos esta gelatina sobre la mousse que teníamos en el congelador, alisando con una espátula.
Dejamos reposar en la nevera durante unas 4h, para que cuaje bien. Desmoldamos con cuidado, decoramos al gusto, ¡y listo!
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