“Si alguien me pregunta cuál es mi receta favorita, desde luego es esta. Le tengo especial cariño. Es el primer plato que cociné en mi vida así que comprenderéis de donde viene el nombre de este humilde blog. La receta original no era así, la verdad es que por error añadí manzanas al relleno pero cuando me di cuenta ya me había enamorado del sabor y nunca más volví a hacerla como la descubrí. Es curioso ver por ahí que llaman tarta de manzana a tartas que sólo llevan manzana de adorno. Masa de hojaldre, crema pastelera y fruta de adorno se puede llamar tarta de … según la fruta que la adorna”. Así empezaba el primer post que publiqué. Sí, normalmente estas cosas se hacen en el aniversario del blog pero este verano estábamos recién salidos de las obras en casa y no pude ni siquiera celebrarlo así que como nunca es tarde he pensado que este era un buen momento porque sí.
Un relleno espectacular y una receta propia. Hacía años que no la volvía a hornear. ¡Qué mejor ocasión que reunirse con los amigos! Toda una celebración, porque estamos llenos de vida y compartimos esos momentos tan bonitos año tras año.
Rústica, del estilo de las tartas de manzana alsacianas pero con un relleno espectacular.
Hay tantas variedades de tarta de manzana como familias en el mundo, no hay dos iguales. Esta es la de mi familia.
Sin duda alguna esta tarta gana mucho en sabor si utilizáis una manzana ácida tipo Granny Smith. El contraste con el dulzor del relleno queda mucho mejor.
Al corte queda así de bonita.
Tarta de manzana casera
INGREDIENTES (12 buenas raciones):
PASTA BRISA
250 grs. de harina de todo uso
125 grs. de mantequilla o manteca de cerdo fría y cortada en dados
1 cucharada o TBSP de azúcar glas
3 cucharadas o TBSP de agua
una pizca de sal
1 huevo M (reservar un poco de la clara para luego pincelar la masa caliente)
Preparar todos los ingredientes en forma de volcán sobre una superficie y amasar con los dedos sin trabajar demasiado la masa. Hacer una bola, envolver en film y dejar reposar en la nevera 1h. Pasado este tiempo extender sobre una superficie enharinada con la ayuda de un rodillo, dejar fina. Mi molde es grande y queda justita. Precalentar el horno a 200ºC con calor arriba y abajo. Preparar un molde untado con mantequilla o aceite desmoldante. Colocar la masa con cuidado, es quebradiza. Podéis extenderla sobre un papel de horno para luego voltearla más fácilmente. Ajustar al molde y dar forma en los bordes con ayuda del dedo pulgar. Como veis puse un cordón de masa para marcar más el borde. Hornear a ciegas (sin relleno). Así queda menos húmeda la masa. Pinchar la masa con un tenedor para evitar que se hinche durante la cocción. Colocar un papel de horno sobre la masa y unos pesos cerámicos o legumbres secas. Hornear a media altura durante 15 minutos. Pasado ese tiempo retirar el papel con los pesos y hornear durante 5 minutos más. Yo he aprendido con los años que se previene la humedad en la masa untando un poco de clara de huevo sobre la masa recién horneada. Podéis guardar un poco de clara del huevo de la masa.
Una vez preparada nuestra masa reservamos y preparamos el relleno.
DECORACIÓN
3 manzanas tipo Granny Smith o cualquier variedad de piel amarilla o verde (que sea más ácida que dulce)
50 grs. de mantequilla sin sal
una pizca de canela (opcional)
un chorrito de un buen Brandy (opcional)
En lugar de colocar las rodajas de manzana en crudo prefiero darles un rehogado en la sartén con una mezcla de mantequilla, un buen Brandy y una pizca de canela si os gusta. Se cuecen y luego no quedan tan enteras después del horneado.
RELLENO
20 grs. de mantequilla
1 lata de leche condensada (de las pequeñas)
2 buenas cucharadas de crême fraîche
1 pizca de sal
1 huevo M
3 manzanas troceadas tipo Granny Smith o cualquier variedad de piel amarilla o verde (que sea más ácida que dulce)
Triturar todos los ingredientes en un bol con la batidora y verter sobre la masa. Pelar y cortar unas 3 manzanas en rodajas, cubrid todo el relleno. Hornear unos 40-45 minutos a 180ºC (sin ventilación). Pinchar el relleno hasta que salga el palito limpio. Ojo no se os quemen las rodajas de manzana. Si hace falta al final de la cocción cubrid con papel albal. Esperad a que se tibie para comerla. Del día está buena pero con un poco de nevera bien tapada, al día siguiente está mejor.
Si queréis darle un brillo extra a la tarta podéis utilizar la cobertura para tartas de la marca Belbake, de Lidl. Se mezcla el contenido del sobre con 30 grs. de azúcar y se añade 25 ml de agua fría (yo utilicé el zumo de una manzana dulce) y remover. Calentar en un cazo hasta que hierva moviendo de vez en cuando. Dejar enfriar 1 minuto y repartir la cobertura sobre la tarta ya enfriada con la ayuda de una cuchara o un pincel empezando por el centro. ¡No os demoréis mucho pues se gelatina enseguida! Yo esta vez no se la puse porque no me quedaba pero suelo ponerla.
Como veis no necesita ningún adorno, es espectacular.
Cualquier momento es bueno para tomarla.
A mí me gusta cubrirla toda con manzana pero podéis hacerlo al gusto.
Tiene un bocado que sabe a tartas de las de toda la vida.
¿Os animáis a hacerla con los cambios que he hecho? Tuneando mis propias recetas.
SI TENÉIS ALGUNA DUDA, SI OS HA GUSTADO LA RECETA, DADLE AL ME GUSTA, COMPARTID O DEJAD UN COMENTARIO. GRACIAS POR LEER MI BLOG Y HASTA LA PRÓXIMA ENTRADA. PATRI.