Degustar el delicioso sabor de esta fruta, con numerosas virtudes para el organismo, suele ser sinónimo de la llegada del buen tiempo. Se calcula que con 100 gramos de fresones se satisfacen las necesidades diarias de vitamina C que precisa una persona. Además del ácido salicílico de acción anti-inflamatoria, contienen también dos poderosos antioxidantes, la provitamina A y la vitamina E.
Los meses que van de Marzo a Junio son los mejores para degustar fresones, que mezclados con zumo de naranja, resultan deliciosos y por supuesto con nata (crema de leche), una de las presentaciones mas tradicionales.
Ingredientes para la base:
150 gr de galletas (tipo María)
50 gr de mantequilla
Ingredientes para la crema:
400 gr de fresas
200 gr de azúcar
500 mililitros de nata (crema de leche)
500 gr de queso para untar
50 mililitros de agua
una cucharadita de vainilla
2 sobres de gelatina en polvo neutra
Preparación:
Hidratamos la gelatina con el agua tibia. Pesamos las fresas, las limpiamos y las trituramos con el azúcar hasta conseguir un puré.
Ponemos el puré mezclado con la gelatina hidratada en un cazo a calentar a fuego lento, sin que llegue a hervir durante unos minutos, la dejamos enfriar.
Preparamos la base triturando las galletas, derritiendo la mantequilla y mezclándolo hasta que quede una masa homogénea, y con ella cubrimos el fondo del molde.
Montamos la nata (crema de leche) bien fría con las varillas eléctricas. Cuando el puré de fresas esté casi frío, añadimos poco a poco el queso y por último la nata montada (crema de leche). Mezclamos todo bien con movimientos suaves y envolventes.
Vertemos la crema en el molde y guardamos en el frigorífico durante al menos un par de horas, (yo aconsejo tenerla toda la noche).