No soy una entendida en la materia, aunque intento con especial énfasis aprender y disfrutar de la milenaria cultura gastronómica oriental, que en gran medida no entienden la comida como una mera necesidad, sino como un equilibrio armónico de cuerpo, alma y espiritu.
Mi mejor escuela los restaurantes que frecuentamos desde hace muchos, muchos años y mis libros de cocina que últimamente se van agolpando en “Mi cocina”.
Entre ellos, uno que se llama “WOK”.
En él indican que el wok (en cantonés significa cazuela) y que la historia de éste utensilio empezó hace más de 3000 años en China.
Una de sus recetas es ésta que he preparado: ternera al estilo de Sichuan; y mi curiosidad ha hecho que investigue un poquito sobre el nombre de la receta; lógicamente no sobre la ternera, pero sí sobre éste sonoro nombre: Sichuan.
He aprendido y me gusta compartir con quienes leen mis recetas, que está ubicada en el centro de China; Szechuan, está rodeada de montañas y al oeste está el Tibet, cuenta la historia que su fuerte especiado en sus platos fue introducido por los misioneros budistas, altamente influenciados por los españoles, que incorporaron los chiles en el siglo XVI . ¡! Curiosísimo !!
Sichuan al poseer un clima cálido y húmedo era necesario utilizar ingredientes picantes como técnica para la conservación de los alimentos.
Es la productora de todos los sabores y condimentos de China, de allí proviene la salsa de soja, la salsa de chile, el vinagre de cocina etc....; la guindilla roja es muy utilizada porque produce un efecto que sensibiliza las papilas gustativas, lo que ayuda a captar los sabores de los alimentos.
He de reconocer que en ésta ocasión, ya que no nos gusta la comida picante, sólo la puse como decoración en el wok, de donde saque la foto de ésta receta, aún sin emplatar.
Aconsejo la acompañen con arroz cocido.
Para prepararla:
Poner en un cuenco una clara de huevo, una cucharada de maizena, una cucharadita de jengibre en polvo y una cucharada sopera de salsa de soja, remover bien e incorporar la ternera cortada trozos pequeños. Dejar macerar una media hora.
Cortar media cebolla en aros finos, un puerro en tiras y un diente de ajo en trocitos.
Cortar las guindillas (al gusto, se pueden suprimir tal y como yo he hecho), en trozos pequeños.
En un vaso poner una cucharada pequeña de azucar, otra de vinagre de arroz, dos cucharadas de vino de arroz (en su defecto poner vino blanco, yo usé un vino fino de Manzanilla-Moriles) y dos cucharadas pequeñas de salsa de soja. Remover y reservar.
En una sartén con un poco de aceite de sésamo (en su defecto aceite de oliva virgen puede servir), rehogar la cebolla, el ajo y el puerro durante unos minutos. Reservar.
Poner en el wok un chorreón de aceite de sésamo (en su defecto incluso pueden usar de oliva virgen), calentar y agregar la carne, friéndola a fuego lento sin dejar de remover.
Incorporar a la carne el sofrito y la salsa reservada en el vaso y mezclar bien todos los ingredientes, saltéar durante unos minutos y listo para servir.
¡¡ Buen provecho !!