El café es una de esas bebidas de la que muchas personas, yo incluida, no pueden prescindir. Una buena parte de la gente comienza su día con un café. Muchos continuamos bebiéndolo después del almuerzo, a media mañana, después de comer…
¿Pero por qué? ¿Qué tiene de adorable el café? Hay muchas cosas que me gustan del café. La razón más práctica, y quizás la más popular para las personas que nos gusta tomar café es porque nos mantiene despiertos. Pero eso es sólo una de las muchas razones por las que tomo café.
¡Amo el café! Me encanta cómo sabe. Me encanta tomarlo muy despacio. Me encanta todo el ritual alrededor de tomar café, ya sea preparándolo yo misma o sentada en una cafetería con una buena taza de café caliente y una revista, un libro o una amiga para ponerme al día. Y me encanta cómo me siento después de beberlo. Disfruto del café cuando lo tomo en pequeñas cantidades, pero tengo que confesar que en alguna ocasión he sobrepasado el límite de una cantidad prudente de café. ¡Mal hecho por mi parte!
Ha llegado el otoño y apetecen las largas tardes delante del televisor con una mantita.
En esta época abundan las calabazas y las manzanas. ¿Le damos un toque otoñal a nuestro café? ¿Nos atrevemos con un café con manzana?
Necesitaremos lo siguiente:
1 taza de leche
1 cucharada de puré de manzana asada
1 cucharada de azúcar,
1 pizca de canela molida
Café expreso caliente
Nata montada (crema de leche)
Preparación:
Mezclad una cucharada de puré de manzana asada con una cucharada de azúcar y una pizca de canela. Calentad una taza de leche, añadidle la manzana con el azúcar y la canela y batidlo todo con unas varillas. Preparad un café espresso doble y combinadlo todo en un vaso o taza grande. Decorad con nata montada (crema de leche) y canela molida.
El otoño es perfecto para darse un capricho en forma de café reconfortante.
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