Os parecerá que es imposible, pero realmente la salsa está muy conseguida e incluso podéis mejorarla o cambiarla según vuestros gustos. Cuando la puse un día en casa con toda mi familia se quedaron impresionados por probar exactamente una hamburguesa del Mcdonald.
1/4 de cebolla.
2 o 3 pepinillos.
3 cucharadas de mayonesa.
1 cucharada de ketchup.
2 cucharadas de mostaza.
1 cucharadita de azúcar.
Sal.
Un chorrito de vinagre.*Ya sabéis que las cantidades pueden variar según vuestros gustos y el número de comensales. Con estas raciones tendréis para cuatro personas. Hay quienes también incluyen pimentón y ajo en polvo, pero en mi opinión no hace falta.
Primero. Picamos la cebolla y el pepinillo en la trituradora hasta conseguir una consistencia grumosa.
Segundo. Mezclamos lo anterior con el resto de ingredientes y damos vueltas hasta que quede todo homogéneo.
Ya solo nos queda servir nuestra perfecta salsa amarillenta, aunque es nuestra foto se aprecia más blanquecina, lo normal es que quede más oscura, producto de la mostaza. Resulta perfecta para hamburguesas tanto de carne, pescado o verduras. Su sabor es muy fuerte, así que podéis ir probando según vais mezclando y añadiendo, según si lo queréis más dulce, más agrio, más salado, etc.
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Texto e Imágenes: PROPIAS
Fuente: este post proviene de Azúcar y Orégano - El recetario gastronómico 2.0, donde puedes consultar el contenido original.
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