A diferencia de Nochebuena y del día de Navidad, que son celebraciones más clásicas y tradicionales, la Nochevieja es una celebración más divertida, que invita a salirnos de los clásicos de la gastronomía en estas fechas. Ya hemos podido degustar los mariscos, el cordero al horno, y el tronco de Navidad. Incluso, los hemos "recomido" y "recenado" varias veces, porque en casa no se tira nada.
Pues bien, en la cena de Nochevieja vamos a sorprender a nuestro invitados con un menú diferente, más actual y hasta más sencillo. Porque, otro dilema que suele darse es el de que, en Nochevieja todos queremos estar guapos, arreglados, y no tener que pasar mucho por la cocina para no mancharnos ni impregnarnos del olor de la comida.
Así que, además de las recomendaciones para el menú, en esta ocasión os contaré como organizaros para tenerlo listo y que, al menos durante la tarde del último día del año, no tengáis que cocinar.
El menú, es el siguiente:
(Importante: están todas la recetas, para llegar hasta ellas sólo tenéis que pinchar en los nombres de las recetas que he resaltado en negrita.)
Y, empezaremos a cocinar un día antes, así adelantaremos trabajo. ¿Qué os parece?
El día antes, es decir, el día 30 de diciembre prepararemos el paté de aceitunas, los pimientos rellenos, el pan kinder y el postre.
Paté de aceitunas verdes: Vamos a necesitar aceitunas, anchoas, queso en crema, zumo de limón y aceite de oliva. Es recomendable, también, que tengáis a mano la batidora. Tan sencillo como triturar todos los ingredientes juntos. Vertedlo, directamente, en los recipientes en que vayáis a servirlo, cubridlos con papel film y conservadlos en la nevera hasta el momento en que vaya a ser servido. Os recomiendo servirlo en tarrinas de cristal y acompañarlo con crudités o con unas tostas pan, de esas tan monas que venden en estas fechas.
Piquillos rellenos de queso mascarpone, miel y jamón de pato: Para hacerlos, vamos a necesitar pimientos de piquillo, queso mascarpone, miel, nueces, jamón de pato y una pizca de wasabi (en realidad, podéis ponerle más o menos cantidad, dependiendo de vuestro gusto por el picante). Picaremos las nueces y el jamón, para después mezclarlos con el queso, la miel y el wasabi. Por último, rellenad los piquillos con la mezcla. Guardadlos en un táper, bien cerrados, y conservadlos en la nevera hasta el momento de servirlos. En la foto tenéis una estupenda sugerencia de presentación.
Pan Kinder: el pan lo prepararemos un día antes, pero lo rellenaremos a última hora con la ensalada que más os guste. La ensalada sí podéis dejarla lista el mismo día por la mañana.
Para hacer el pan, necesitaremos: harina de fuerza, levadura fresca, aceite de oliva, agua y sal. Desleiremos la levadura en agua tibia, y mezclaremos con la harina, el aceite de oliva, y la sal. Amasaremos hasta obtener una masa homogénea, y la dejaremos que leve hasta que doble su volumen. Después la alisaremos con un rodillo, hasta dejarla bien fina. Para darle la forma de bola, y que quede hueco por dentro, formaremos una bola con varias hojas de papel vegetal arrugadas, y pondremos la masa rodeándola y sin cerrar por la parte inferior. La llevaremos al horno, y cuando esté dorado, el pan estará listo. Sólo tendremos que sacar el papel del interior. Es conveniente conservar el pan en un lugar seco, hasta el día siguiente.
¡Vamos con el postre!
Mousse de lemon curd: Vamos a necesitar azúcar, mantequilla, nata (crema de leche), maizena, huevos, limón, gelatina, leche y unos frutos rojos, y hojas de menta, para decorar.
Mezclaremos el azúcar, la maicena, los huevos y el limón. Después lo llevaremos al fuego, e incorporaremos la mantequilla. Removeremos, hasta que la mantequilla se haya derretido y se forme una crema espesa. Esta crema la dejaremos reposar.
Hidrataremos las hojas de gelatina y después las diluiremos en leche caliente. Incorporaremos ésto a la mezcla anterior.
Por otro lado, montaremos la nata (crema de leche).
En cada vasito, pondremos una capa, de aproximadamente un dedo de grosor, de lemon curd. Y lo que reste de crema lo mezclaremos con la nata montada (crema de leche), realizando movimientos envolventes, y terminaremos de llenar con ello los vasitos.
Hasta aquí, todo lo que podemos adelantar el trabajo en la cocina durante el día de antes.
La mañana del día 31, prepararemos: las "mini galettes" de cebolla y gorgonzola, el tartar de calabacín y salmón y las brochetas de mar con chutney de zanahoria.
Mini galettes de cebolla roja y gorgonnzola: Necesitaremos cebolla roja, queso gorgonzola, harina, mantequilla, sal, tomillo, pimienta molida, huevos, azúcar y unos brotes verdes para decorar (éstos a vuestra elección). Prepararemos un sofrito de cebolla roja, sal, azúcar y mantequilla; y lo dejaremos templar. Por otro lado, prepararemos la masa, la estiraremos y cortaremos círculos con un vaso. Estos círculos de masa los pondremos de unas cápsulas de magdalenas, los rellenaremos con el sofrito y al horno. Cuando la masa comience a dorarse, estarán listos.
A la hora de servirlos, podéis servirlos ligeramente templados, con un golpe de calor en el horno a última hora. Imprescindibles los brotes verdes que les dan un contraste de color muy vistoso.
Tartar de calabacín y salmón: Necesitaremos calabacín, salmón, zumo de limón, salsa de soja, aceite de oliva y especias. Este plato, lo vamos a dejar preparado a falta de aliñarlo en el último momento. Cortar el calabacín en brunoise y el salmón en taquitos. 20 minutos antes de servir, los pondremos a marinar con la soja, el aceite de oliva, el zumo de limón y las especias que más nos gusten.
Para servirlo, podéis hacerlos en unos cuenquitos bonitos para la ocasión, o con un aro de emplatar, tal y como podéis verlo en la fotografía.
Y, por último, vamos con el plato principal:
Mini brochetas de mar y chutney de zanahoria. Los ingredientes que vamos a necesitar son: rape, langostinos, zanahorias, cebolla, ajo, miel, vinagre, clavo, zumo de limón, pimienta en grano, aceite de oliva, y sal.
Pocharemos las verduras, y le añadiremos la miel, el vinagre y las especias. Las trituraremos, haciendo una especie de puré. Como veis, este chutney también se podría haber hecho el día anterior, y guardarlo en la nevera. Lo único que reservaremos para última hora, y para que estén recientes, es el pasar por la plancha las brochetas de rape y langostinos.
Resumiendo, si seguís estos pasos, terminaréis de cocinar a mediodía del día 31. Así que tendréis toda la tarde por delante para "recomponeros" y lucir estupendos durante la cena. Lo único que tendríamos que hacer, a medida que vamos sirviendo los platos, es: dar un golpe de calor en el horno a las mini galettes de cebolla y gorgonzola, marinar 20 minutos antes el calabacín y el salmón, y calentar el chutney y hacer a la plancha las brochetas.
¿Qué más? ¡Disfrutad de la noche y tened el mejor comienzo de año!
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