El salmón contiene proteínas, aporta minerales como el potasio, el calcio y el magnesio, y también es rico en yodo, zinc, hierro y selenio. Asimismo, aporta vitaminas: A, D, B1, B2, B3, B5, B6 y B12. Además, su aporte calórico por cada cien gramos de producto es de unas 170 kilocalorías para el fresco y de unas 150 para el ahumado. Un alimento ligero y muy nutritivo.
Omega 3, lo más destacado
Una de las características más sobresalientess de este alimento es que es rico en ácidos grasos insaturados, y concretamente en Omega 3. Los ácidos grasos deben incorporarse al organismo por medio de la alimentación, ya que éste no puede fabricarlos. La ingesta habitual de este tipo de grasas supone un menor riesgo de padecer enfermedades del corazón, ya que reduce la tensión arterial y el riesgo de sufrir arritmias, además de reducir los niveles de triglicéridos.Cuando cocinamos el salmón pueden perderse algunas de las propiedades del omega 3. Para evitarlo, lo más conveniente es comerlo hecho al vapor, marinado o ahumado, y si lo cocinamos, hacerlo a fuego bajo y lento. Lo bueno es que ni la congelación ni la conservación al vacío de este pescado, afectan a esas propiedades.
El salmón en la cocina
Puede consumirse tanto fresco como ahumado, como marinado. Dentro del fresco, son varias las piezas que se pueden preparar: los filetes, el lomo y el medallón, adecuados para hacerlos a la plancha; los tacos, muy útiles para preparar brochetas o pasta; y picado, utilizado en hamburguesas, albóndigas o pasteles.Ahumado o marinado también supone una opción exquisita y muy utilizada tanto para ensaladas como para elaborar canapés. El primero, puede adquirirse en la pescadería, donde, de la pieza entera, nos cortarán filetes al momento; o envasado al vacío, muy cómodo para mantenerlo en el frigorífico hasta que deseemos consumirlo.
Salmón ahumado y marinado casero
Salmón ahumado
Ingredientes: salmón (lomos), sal especial para ahumados, sal y azúcar
Elaboración:
Quitamos las espinas y la piel a la pieza de salmón. Luego, en un recipiente, mezclamos una pequeña cantidad de sal especial, con un poco más de sal normal y el doble que ésta de azúcar. Las proporciones para una pieza pequeña serían, respectivamente, 75 gr, 100 gr y 200 gr. Cuanto más sal especial para humados empleemos, más fuerte será el sabor del salmón.
Una vez mezcladas, echamos una base de la mezcla en una fuente donde quepa la pieza. Colocamos el salmón y tapamos completamente con el resto del combinado. Cubrimos la fuente con papel film y colocamos peso encima. Metemos en el frigorífico de 12 a 24 horas, dependiendo del tamaño del salmón. Por último, lo sacamos de la fuente, lo lavamos bien para quitarle la sal y lo secamos perfectamente para después usarlo a nuestro gusto.
Salmón marinado
Ingredientes: salmón fresco, sal, azúcar, eneldo y pimienta en grano.
Elaboración:
El salmón fresco ha de comprarse abierto en forma de libro y sin la espina central. Se mezcla en un vaso una mitad de sal gorda y otra de azúcar, con eneldo al gusto y varios granos de pimienta. Esta mezcla se pone entre las dos partes de la pieza. Se coloca en una fuente y se tapa con papel film. Se introduce en el frigorífico y se coloca peso encima. Así debe pasar 24 horas.
Cuando el tiempo ha transcurrido, se escurre el líquido que ha expulsado el salmón. Se da la vuelta a la pieza, se tapa y se vuelve a poner peso. Tras pasar otras 24 horas, se retira la mezcla de sal y azúcar con agua. El paso final es cortar filetes bien finos a los que puede añadirse un chorrito de aceite de oliva.
Recetas con salmón:
Salmón a las tres pimientas
Salmón con mantequilla de finas hierbas
Salmón al horno
Salmón ahumado relleno de merluza
Salmón al vapor
Salmón con salsa de brócoli y nuez
Xuquet de salmón
Mousse de salmón
Salmón a la mostaza
Pastel de salmón
Fuentes de información: Mardenoruega.com