Esta receta de albóndigas es un plato casero de toda la vida que nosotras preparamos mucho en los meses de otoño e invierno. Es una sopa deliciosa y llena de proteínas de alta calidad que nos sirven para reponer el organismo. Contiene no solo las excelentes proteínas del pollo y el jamón, sino también las del huevo, que son de una grandísima calidad. Si os interesa esta información os recomendamos nuestro artículo sobre las proteínas del HUEVO, una información nutricional muy útil y detallada.
Ingredientes
1 pechuga de pollo con su carcasa
1 “gordo” de jamón serrano
4 huevos
1 bollito de pan del día anterior
1 cucharadita de comino
Pimienta negra molida
1 manojito de perejil
2 ajos
1 vasito de vino blanco
Aceite de oliva
Sal
Preparación de las Albóndigas
Primero, separamos la pechuga de la carcasa y la PICAMOS junto con la mitad del “gordo” de jamón, lo reservamos en un bol. Después, en un mortero, MACHACAMOS los ajos picados, la pimienta, los cominos, el perejil y el vasito de vino. Esta mezcla la añadimos al bol y lo dejamos reposar todo durante 30 minutos. Mientras, hervimos el medio restante del jamón y la carcasa con los que haremos un caldo.
A continuación, RALLAMOS el pan y lo reservamos. En otro bol BATIMOS los huevos (aunque dejamos aparte una de las yemas para añadírsela después al caldo). Se los añadimos al bol de la carne picada y para hacer que la masa de las albóndigas sea consistente le vamos añadiendo el pan rallado y le vamos dando la forma redondeada.
Después, freímos las albóndigas hasta que estén doraditas y directamente las echamos en el caldo y lo HERVIMOS a fuego medio durante 30 minutos. Después lo apartamos y a los 5 minutos de reposo le añadimos la yema batida junto con unas gotas de vinagre. De esta forma no se cortará y quedará un caldo uniforme y agradable a la vista. Removemos y ¡LISTO!
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