Hoy os traigo una opción vegetariana de albóndigas, alta en proteínas y muy saciante.
Ingredientes para 4 personas:
- 1 bote de garbanzos (400gr)
- 250gr cuscús
- 1 lata leche de coco
- 2 cucharadas crema de cacahuete
- 2 ó 3 dientes de ajo
- cebolla en polvo
- cayena en polvo
- pimienta
- salsa de soja
- cacahuetes tostados sin sal
Empezamos hidratando el cuscús con la misma cantidad de agua hirviendo, también podéis usar caldo de verduras para darle un poco más de sabor, y lo dejamos tapado unos 5 minutos hasta que haya absorbido todo el agua.
A continuación añadimos un chorrito de aceite y con la ayuda de un tenedor desapelmazamos el cuscús.
Escurrimos y lavamos los garbanzos.
Añadimos los garbanzos y el cuscús a un procesador de alimentos potente.
Para darle sabor le añadimos los dientes de ajo, cayena en polvo cebolla en polvo y pimienta recién molida.
Batimos hasta tener una masa más espesa que el humus totalmente uniforme y manejable.
Preparamos las bolitas, se hacen muy fácilmente, y las tostamos ligeramente en una sartén.
También podrían hacerse al horno dejándolas unos 10 minutos a 190ºC.
Paralelamente preparamos la salsa, para ello calentamos la leche de coco en un cazo hasta que se homogenice.
A continuación añadimos 2 cucharadas de crema de cacahuete y mezclamos bien para que se integre.
Seguidamente agregamos un chorrito de salsa de soja. Yo no añado sal en todo el proceso porque la soja ya tiene sal. Si os gustan los platos con un punto de sal más elevado o tenéis soja bajo en sal deberías añadir un poco de sal ya sea en la masa de las albóndigas o en la salsa.
Finalmente añadimos un poco de cayena en polvo para darle un toque picante que le va muy bien.
Si os gusta el curry, otra opción seria sustituir la crema de cacahuete por curry y queda un plato redondo.
Cuando las albóndigas tengan este aspecto, bajamos el fuego para añadir la salsa y dejar que los sabores se mezclen.
Dejamos unos 4 minutos a fuego bajo, no se pueden dejar mucho más para que no se hidraten demasiado y pierdan consistencia.
Emplatamos las albóndigas regándolas con un poquito más de salsa y añadimos unos cacahuetes tostados sin sal picados por encima para darle un toque crujiente al plato.
Y éste sería el resultado, espero que os guste y hasta la próxima!
Fuente: este post proviene de Una caja en el desvan, donde puedes consultar el contenido original.
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